The Prague Post - La desinformación sobre las vacunas, un efecto secundario duradero del covid-19

EUR -
AED 4.250429
AFN 76.801577
ALL 96.664916
AMD 442.701124
ANG 2.071666
AOA 1061.306269
ARS 1643.44863
AUD 1.773308
AWG 2.091941
AZN 1.962043
BAM 1.957131
BBD 2.330665
BDT 141.286102
BGN 1.956391
BHD 0.43631
BIF 3408.388923
BMD 1.157367
BND 1.507713
BOB 8.025459
BRL 6.117268
BSD 1.157177
BTN 102.573884
BWP 15.485399
BYN 3.944849
BYR 22684.397835
BZD 2.327263
CAD 1.623427
CDF 2902.091994
CHF 0.92786
CLF 0.027645
CLP 1084.776737
CNY 8.24005
CNH 8.242295
COP 4361.793051
CRC 580.987656
CUC 1.157367
CUP 30.670232
CVE 110.340053
CZK 24.269701
DJF 206.05838
DKK 7.468261
DOP 74.389635
DZD 150.84455
EGP 54.664997
ERN 17.360509
ETB 177.692062
FJD 2.63822
FKP 0.879774
GBP 0.880236
GEL 3.130713
GGP 0.879774
GHS 12.659611
GIP 0.879774
GMD 85.063781
GNF 10044.919304
GTQ 8.870033
GYD 242.094672
HKD 8.996274
HNL 30.445314
HRK 7.535044
HTG 151.501742
HUF 385.520766
IDR 19348.171039
ILS 3.723181
IMP 0.879774
INR 102.46583
IQD 1515.93113
IRR 48739.6226
ISK 146.395993
JEP 0.879774
JMD 186.254275
JOD 0.820549
JPY 178.475308
KES 149.439807
KGS 101.212022
KHR 4647.1208
KMF 487.251732
KPW 1041.60554
KRW 1695.022337
KWD 0.355426
KYD 0.964356
KZT 606.242364
LAK 25127.091345
LBP 103624.189407
LKR 351.879347
LRD 211.76221
LSL 19.887427
LTL 3.417405
LVL 0.70008
LYD 6.31424
MAD 10.712887
MDL 19.643191
MGA 5198.513549
MKD 61.571881
MMK 2429.947385
MNT 4144.432801
MOP 9.264902
MRU 45.95066
MUR 53.111349
MVR 17.829227
MWK 2006.547508
MXN 21.259025
MYR 4.790336
MZN 74.013747
NAD 19.887427
NGN 1663.217623
NIO 42.578594
NOK 11.666927
NPR 164.117505
NZD 2.048777
OMR 0.44499
PAB 1.157187
PEN 3.905657
PGK 4.885281
PHP 68.245304
PKR 327.188025
PLN 4.229978
PYG 8197.505081
QAR 4.217669
RON 5.084295
RSD 117.202758
RUB 94.126915
RWF 1681.922238
SAR 4.340683
SBD 9.533664
SCR 15.943995
SDG 694.996872
SEK 10.97819
SGD 1.506655
SHP 0.868325
SLE 26.855786
SLL 24269.411721
SOS 660.140469
SRD 44.554591
STD 23955.16508
STN 24.516464
SVC 10.124887
SYP 12796.654741
SZL 19.881351
THB 37.496377
TJS 10.721193
TMT 4.050785
TND 3.416124
TOP 2.710674
TRY 48.879154
TTD 7.849339
TWD 35.893201
TZS 2836.309144
UAH 48.657386
UGX 4061.762795
USD 1.157367
UYU 46.041118
UZS 13903.457075
VES 267.124872
VND 30456.118828
VUV 141.65618
WST 3.267514
XAF 656.397808
XAG 0.022635
XAU 0.000279
XCD 3.127843
XCG 2.085519
XDR 0.816352
XOF 656.397808
XPF 119.331742
YER 276.039917
ZAR 19.849429
ZMK 10417.699949
ZMW 26.180582
ZWL 372.671778
La desinformación sobre las vacunas, un efecto secundario duradero del covid-19
La desinformación sobre las vacunas, un efecto secundario duradero del covid-19 / Foto: Allison ROBBERT - AFP

La desinformación sobre las vacunas, un efecto secundario duradero del covid-19

La pandemia de covid-19 ha constituido una caja de resonancia inédita para las redes de desinformación, ofreciendo a los escépticos de las vacunas una visibilidad y una popularidad de las que algunas figuras todavía se benefician cinco años después.

Tamaño del texto:

Efectos secundarios "peligrosos" o productos "nunca probados": los "antivacunas" no esperaron a 2020 para propagar información falsa sobre las vacunas.

Pero la aparición del covid-19 sirvió como un acelerador, "contribuyendo a transformar un movimiento marginal en una fuerza más poderosa", señala un estudio publicado en la revista The Lancet en 2023.

La pandemia dio a los escépticos de las vacunas la oportunidad de cambiar de estrategia.

Anteriormente dirigidos a los padres -los niños recibían el mayor número de inyecciones- sus discursos se generalizaron, permitiendo llegar a un público mucho más amplio.

"Durante este período observamos varias burbujas normalmente bien delimitadas convergiendo hacia el antivacunismo", describe Romy Sauvayre, profesora asistente en sociología francesa y especialista en creencias médicas.

Junto a los conspiracionistas habituales, adeptos de la medicina alternativa, personalidades políticas y también del ámbito médico han multiplicado declaraciones falsas o infundadas sobre las vacunas o sobre el propio virus.

Los debates en torno a la eficacia de la hidroxicloroquina como remedio contra el covid-19 promovido por el doctor francés Didier Raoult -cuyo estudio fundacional ha sido invalidado recientemente- agitaron a una parte de la población de ese país.

Como él, otras figuras con capital científico o médico se destacaron al oponerse al consenso científico.

"Detrás de estos médicos mediáticos a veces bastante radicales, se esconden en gran medida cuestionamientos sobre la confianza en las autoridades sanitarias", indica Jeremy Ward, investigador francés y coautor de un extenso informe sobre la vacunación en Francia desde 2020.

-Defensa de las libertades-

Más allá de las preocupaciones de salud, "este movimiento se ha estructurado principalmente en torno a la defensa de las libertades individuales", subraya Jocelyn Raude, investigador en psicología de la salud.

Lo demuestran las numerosas manifestaciones en todo el mundo contra las medidas de restricción y la obligación de vacunación.

La pandemia permitió así al movimiento antivacunas continuar su acercamiento a la derecha conservadora, impulsando a sus militantes a veces hasta las más altas esferas del poder político, de los cuales Robert Kennedy Jr es el mejor ejemplo.

Exabogado de derecho ambiental, el sobrino del asesinado presidente John F. Kennedy fue elegido por Donald Trump para dirigir el Ministerio de Salud de Estados Unidos.

Una victoria y un reconocimiento para los antivacunas con los que desfilaba en las manifestaciones, afirmando por ejemplo que el covid-19 fue un virus "étnicamente dirigido".

Según el Center for Countering Digital Hate (CCDH), una ONG que lucha contra la desinformación en línea, RFK Jr y su organización antivacunas Children's Health Defense -de la cual se ha retirado temporalmente- formaron parte de los doce principales difusores de desinformación durante la pandemia.

"Forma parte de las cuentas antivacunas que crecieron más rápido durante la pandemia. Estamos hablando de una audiencia de cientos de miles o de millones de personas. Es una posición muy sólida para construir una base de apoyo para sus ambiciones políticas", detalla Callum Hood, jefe de investigación de la CCDH.

-Antisistema y redes sociales-

Durante la pandemia, las redes sociales fueron "la punta de lanza de los intentos de desinformación sobre las vacunas", señala Noel T. Brewer, profesor en la escuela de salud pública de la Universidad de Carolina del Norte y uno de los autores del estudio publicado en The Lancet.

Pero las consecuencias en términos de salud pública son difíciles de analizar.

"Algunos investigadores creen que la exposición repetida a información falsa puede llevar a la gente a abstenerse de vacunarse, mientras que otros creen que los efectos de esta exposición son relativamente pequeños porque solo justificarían una vacilación previa a la vacunación", indica Jocelyn Raude.

Hoy en día, el movimiento se ha debilitado un poco con la disminución del interés por el covid-19, pero los que ganaron notoriedad desinformando durante la pandemia han aprendido a renovarse.

"Son las mismas cuentas las que ahora comparten contenido prorruso o escéptico sobre el clima", explica Laurent Cordonier, sociólogo y director de investigación de la Fondation Descartes.

"Hay un aspecto estratégico, pero también una verdadera coherencia al tocar estos diferentes temas que parecen no tener ningún vínculo entre si. El motor es el antisistema", explica el investigador.

T.Musil--TPP