The Prague Post - Exfuncionarios afganos se reconvierten en las minas del Panshir

EUR -
AED 4.189441
AFN 82.122478
ALL 99.38617
AMD 444.214102
ANG 2.055672
AOA 1040.217065
ARS 1343.608003
AUD 1.775789
AWG 2.055912
AZN 1.934467
BAM 1.965855
BBD 2.303583
BDT 138.617798
BGN 1.956065
BHD 0.429828
BIF 3345.347473
BMD 1.140589
BND 1.499041
BOB 7.900236
BRL 6.459384
BSD 1.140936
BTN 96.963255
BWP 15.639721
BYN 3.733632
BYR 22355.543972
BZD 2.291692
CAD 1.579306
CDF 3281.474777
CHF 0.937224
CLF 0.027949
CLP 1072.519062
CNY 8.312273
CNH 8.308609
COP 4809.350456
CRC 576.850522
CUC 1.140589
CUP 30.225608
CVE 110.830915
CZK 24.939008
DJF 202.705848
DKK 7.464533
DOP 67.233893
DZD 150.967792
EGP 57.96812
ERN 17.108835
ETB 152.714369
FJD 2.571915
FKP 0.856684
GBP 0.850087
GEL 3.12493
GGP 0.856684
GHS 17.449971
GIP 0.856684
GMD 81.549488
GNF 9872.938475
GTQ 8.786944
GYD 238.684565
HKD 8.847617
HNL 29.577284
HRK 7.534612
HTG 149.283568
HUF 404.25864
IDR 19160.868303
ILS 4.133939
IMP 0.856684
INR 97.275188
IQD 1494.544418
IRR 48018.795983
ISK 146.118863
JEP 0.856684
JMD 180.732843
JOD 0.808788
JPY 162.398215
KES 147.421348
KGS 99.745129
KHR 4567.260893
KMF 493.29964
KPW 1026.53008
KRW 1637.452794
KWD 0.349681
KYD 0.950847
KZT 585.097575
LAK 24676.786149
LBP 102222.214015
LKR 341.697744
LRD 228.172072
LSL 21.301253
LTL 3.367862
LVL 0.689931
LYD 6.241872
MAD 10.578415
MDL 19.543621
MGA 5073.885599
MKD 61.48562
MMK 2395.099101
MNT 4072.926802
MOP 9.114781
MRU 45.15557
MUR 51.611166
MVR 17.576558
MWK 1977.881951
MXN 22.319136
MYR 4.976393
MZN 72.998056
NAD 21.301253
NGN 1833.485831
NIO 41.984747
NOK 11.813192
NPR 155.14149
NZD 1.911447
OMR 0.439138
PAB 1.140911
PEN 4.181383
PGK 4.724122
PHP 64.313271
PKR 320.62944
PLN 4.266419
PYG 9135.728173
QAR 4.158534
RON 4.978217
RSD 117.812598
RUB 94.270514
RWF 1609.389507
SAR 4.27847
SBD 9.528836
SCR 16.300057
SDG 684.91835
SEK 10.938865
SGD 1.493744
SHP 0.896324
SLE 25.902064
SLL 23917.562056
SOS 652.017845
SRD 42.03056
STD 23607.889008
SVC 9.982974
SYP 14829.853381
SZL 21.294733
THB 38.061642
TJS 12.036253
TMT 4.003467
TND 3.401809
TOP 2.671373
TRY 43.828266
TTD 7.743471
TWD 37.006985
TZS 3068.184688
UAH 47.562258
UGX 4184.402727
USD 1.140589
UYU 48.035274
UZS 14782.481044
VES 98.098277
VND 29655.313432
VUV 137.534697
WST 3.152569
XAF 659.314867
XAG 0.034498
XAU 0.000342
XCD 3.082499
XDR 0.81875
XOF 659.323582
XPF 119.331742
YER 279.501089
ZAR 21.137914
ZMK 10266.666423
ZMW 31.859258
ZWL 367.269186
Exfuncionarios afganos se reconvierten en las minas del Panshir
Exfuncionarios afganos se reconvierten en las minas del Panshir

Exfuncionarios afganos se reconvierten en las minas del Panshir

En medio del frío glacial de las montañas de Afganistán, Mohammad Israr Muradi cava en la áspera tierra en la boca de una mina de esmeralda. Con un colador improvisado y algo de agua, el expolicía rastrea en busca de gemas verdes.

Tamaño del texto:

A su alrededor hay otras decenas de compañeros que buscan la misma recompensa. Las piezas extraídas de las entrañas del valle Mikeni, a unos 130 kilómetros al noreste de Kabul, apenas son más grandes que cacahuetes.

Pero bastante para aliviar la pobreza absoluta de muchos en medio de una catástrofe humanitaria.

"Las esmeraldas que encontramos, las vendemos a 50, 80, 100 o 150 afganis", entre 0,50 y 1,5 dólares, dice Muradi.

No hace tanto, este joven dirigía la unidad antiterrorista de la policía en el vecino distrito de Paryan. Al quedarse sin empleo con la llegada de los talibanes al poder, probó suerte como vendedor de ropa de segunda mano en Kabul.

"No funcionó", dice el hombre de 25 años. Sin otra fuente de ingresos, se vio "obligado" a ir hacia las montañas.

- Un refugio remoto -

Las detonaciones resuenan por todo este valle, a 3.000 metros sobre el nivel del mar, a medida que equipos de artificieros causan explosiones para abrir las laderas de las montañas.

Los habitantes conocían la existencia de esmeralda en esta provincia de Panshir desde hace miles de años.

Pero la extracción sistemática no empezó hasta la década de 1970 y sigue siendo mayoritariamente artesanal. Las esmeraldas encontradas aquí se comparan con las de Colombia, las más apreciadas del planeta.

Cada hueco es propiedad de varias decenas de socios y lo trabaja un equipo de unos diez mineros, cavando túneles de hasta 500 metros de longitud.

Pero los recién llegados quedan relegados al trabajo menos agradecido, tedioso y peor pagado en las entradas de las minas, donde llegan carreteras desvencijadas llenas de escombros.

Es un enorme paso atrás para Gulabuddin Mohammadi, de 27 años, que antes ganaba 35.000 afganis (340 dólars) mensuales en el ahora desaparecido ejército del gobierno prooccidental.

Para llegar a las minas desde el fondo del valle hay que andar dos horas por precarias sendas heladas hasta una aldea de refugios de adobe, abastecida por convoyes de asnos.

Pero su remota ubicación forma parte del atractivo para Mohammadi, un veterano de las fuerzas armadas que buscaba un santuario tras la derrota de su bando frente a los talibanes.

Muchos antiguos soldados y agentes de policía acudieron a estas montañas para tratar de sobrevivir y escapar a potenciales represalias por sus pasados cargos en el gobierno derrocado.

Los talibanes proclamaron públicamente una amnistía, pero grupos de defensa de derechos humanos aseguran que más de 100 personas han sido ejecutadas o han desaparecido.

Pero hasta ahora, la mayor injusticia para Mohammadi es la miseria de este campo.

"Somos tratados como ganado", protesta. "No tenemos un lugar de verdad para vivir, estamos en tiendas. No tenemos agua, ni fuego, ni clínica si enfermamos", continúa.

Pero la hundida economía afgana no le deja muchas opciones para alimentar a los 25 miembros de su familia.

Desde la caótica retirada, los países occidentales han congelado la ayuda internacional y miles de millones de activos afganos en el exterior.

- Regreso a Kabul -

El montañoso Panshir ha sido históricamente un nido de resistencia contra las fuerzas exteriores.

Los muyahidines antisoviéticos es congregaron aquí en los 1980. Y los rebeldes antitalibanes se movían entre sus cretas durante el primer régimen de los fundamentalistas entre 1996 y 2001.

Esta vez, el valle Mikeni no ha escapado a las garras de los talibanes.

La provincia fue la última en caer en septiembre, pero cuando los combatientes islamistas llegaron hubo poca resistencia.

Los nuevos dirigentes subieron hasta las minas días después, recuerda Mohammad Riyah Nizami, antiguo oficial de policía en Kabul que ya trabajaba allí.

Examinaron las manos de los hombres para identificar a los recién llegados por la escasa rugosidad de la piel y detuvieron a unos 20 que posteriormente fueron liberados.

"Nadie les dijo que éramos de la policía, el ejército o los servicios de seguridad", dice Nizami.

Los talibanes buscaban a guerrilleros que se estuvieran movilizando contra el nuevo gobierno.

Nizami se considera afortunado hasta ahora. Su trabajo, garantizado por un amigo, consiste en empujar un carro entre los túneles por un salario diario de casi 4 dólares.

Ahora está de vuelta a Kabul a petición de oficiales talibanes que quieren aprovechar sus habilidades informáticas.

Muradi está listo para hacer lo mismo. Los talibanes quieren reconstruir el ejército y la policía de Afganistán.

Durante años, su trabajo fue perseguir a los nuevos jefes del país. Ahora, asegura, "si me llaman para volver a trabajar, iré".

S.Danek--TPP