The Prague Post - Exfuncionarios afganos se reconvierten en las minas del Panshir

EUR -
AED 4.309924
AFN 79.974243
ALL 96.943022
AMD 448.467719
ANG 2.101155
AOA 1076.160019
ARS 1701.464628
AUD 1.778669
AWG 2.112418
AZN 1.99972
BAM 1.955659
BBD 2.36313
BDT 142.789722
BGN 1.956941
BHD 0.441168
BIF 3501.547958
BMD 1.173566
BND 1.505192
BOB 8.107416
BRL 6.274356
BSD 1.173316
BTN 103.49655
BWP 15.629875
BYN 3.974114
BYR 23001.884322
BZD 2.35973
CAD 1.625799
CDF 3327.058693
CHF 0.935026
CLF 0.028454
CLP 1116.249652
CNY 8.361307
CNH 8.360974
COP 4566.871276
CRC 591.057456
CUC 1.173566
CUP 31.099486
CVE 110.257064
CZK 24.324263
DJF 208.934961
DKK 7.46464
DOP 74.384646
DZD 151.793074
EGP 56.346944
ERN 17.603483
ETB 168.466974
FJD 2.627266
FKP 0.866426
GBP 0.865685
GEL 3.15735
GGP 0.866426
GHS 14.31397
GIP 0.866426
GMD 83.914454
GNF 10176.267511
GTQ 8.995353
GYD 245.472331
HKD 9.128233
HNL 30.739787
HRK 7.534765
HTG 153.528949
HUF 390.89166
IDR 19255.745805
ILS 3.914974
IMP 0.866426
INR 103.599842
IQD 1537.08936
IRR 49377.769947
ISK 143.234125
JEP 0.866426
JMD 188.216452
JOD 0.832104
JPY 173.328633
KES 151.589089
KGS 102.628756
KHR 4702.661502
KMF 492.315191
KPW 1056.153297
KRW 1634.812435
KWD 0.358372
KYD 0.97783
KZT 634.444333
LAK 25441.168742
LBP 105070.437021
LKR 354.014518
LRD 208.265009
LSL 20.363334
LTL 3.465234
LVL 0.709879
LYD 6.335544
MAD 10.566139
MDL 19.488597
MGA 5199.62573
MKD 61.535571
MMK 2463.819115
MNT 4223.953258
MOP 9.405523
MRU 46.838629
MUR 53.374204
MVR 17.967732
MWK 2034.45356
MXN 21.64067
MYR 4.934889
MZN 75.003016
NAD 20.363334
NGN 1763.051862
NIO 43.176892
NOK 11.571478
NPR 165.594081
NZD 1.974536
OMR 0.449868
PAB 1.173316
PEN 4.089006
PGK 4.972642
PHP 67.093181
PKR 333.121922
PLN 4.257298
PYG 8384.39649
QAR 4.283192
RON 5.066327
RSD 117.131569
RUB 97.762963
RWF 1700.177621
SAR 4.402641
SBD 9.631311
SCR 16.690799
SDG 705.903978
SEK 10.93388
SGD 1.507332
SHP 0.922238
SLE 27.432139
SLL 24609.086612
SOS 670.551734
SRD 46.209187
STD 24290.436982
STN 24.498237
SVC 10.266261
SYP 15258.141087
SZL 20.343536
THB 37.214196
TJS 11.040905
TMT 4.119215
TND 3.415554
TOP 2.748612
TRY 48.49936
TTD 7.977426
TWD 35.558923
TZS 2886.392237
UAH 48.371218
UGX 4123.703175
USD 1.173566
UYU 46.996617
UZS 14604.948735
VES 186.280467
VND 30964.526421
VUV 139.400507
WST 3.142011
XAF 655.909788
XAG 0.027822
XAU 0.000322
XCD 3.17162
XCG 2.114648
XDR 0.815741
XOF 655.909788
XPF 119.331742
YER 281.128048
ZAR 20.406087
ZMK 10563.502225
ZMW 27.836996
ZWL 377.887621
Exfuncionarios afganos se reconvierten en las minas del Panshir
Exfuncionarios afganos se reconvierten en las minas del Panshir

Exfuncionarios afganos se reconvierten en las minas del Panshir

En medio del frío glacial de las montañas de Afganistán, Mohammad Israr Muradi cava en la áspera tierra en la boca de una mina de esmeralda. Con un colador improvisado y algo de agua, el expolicía rastrea en busca de gemas verdes.

Tamaño del texto:

A su alrededor hay otras decenas de compañeros que buscan la misma recompensa. Las piezas extraídas de las entrañas del valle Mikeni, a unos 130 kilómetros al noreste de Kabul, apenas son más grandes que cacahuetes.

Pero bastante para aliviar la pobreza absoluta de muchos en medio de una catástrofe humanitaria.

"Las esmeraldas que encontramos, las vendemos a 50, 80, 100 o 150 afganis", entre 0,50 y 1,5 dólares, dice Muradi.

No hace tanto, este joven dirigía la unidad antiterrorista de la policía en el vecino distrito de Paryan. Al quedarse sin empleo con la llegada de los talibanes al poder, probó suerte como vendedor de ropa de segunda mano en Kabul.

"No funcionó", dice el hombre de 25 años. Sin otra fuente de ingresos, se vio "obligado" a ir hacia las montañas.

- Un refugio remoto -

Las detonaciones resuenan por todo este valle, a 3.000 metros sobre el nivel del mar, a medida que equipos de artificieros causan explosiones para abrir las laderas de las montañas.

Los habitantes conocían la existencia de esmeralda en esta provincia de Panshir desde hace miles de años.

Pero la extracción sistemática no empezó hasta la década de 1970 y sigue siendo mayoritariamente artesanal. Las esmeraldas encontradas aquí se comparan con las de Colombia, las más apreciadas del planeta.

Cada hueco es propiedad de varias decenas de socios y lo trabaja un equipo de unos diez mineros, cavando túneles de hasta 500 metros de longitud.

Pero los recién llegados quedan relegados al trabajo menos agradecido, tedioso y peor pagado en las entradas de las minas, donde llegan carreteras desvencijadas llenas de escombros.

Es un enorme paso atrás para Gulabuddin Mohammadi, de 27 años, que antes ganaba 35.000 afganis (340 dólars) mensuales en el ahora desaparecido ejército del gobierno prooccidental.

Para llegar a las minas desde el fondo del valle hay que andar dos horas por precarias sendas heladas hasta una aldea de refugios de adobe, abastecida por convoyes de asnos.

Pero su remota ubicación forma parte del atractivo para Mohammadi, un veterano de las fuerzas armadas que buscaba un santuario tras la derrota de su bando frente a los talibanes.

Muchos antiguos soldados y agentes de policía acudieron a estas montañas para tratar de sobrevivir y escapar a potenciales represalias por sus pasados cargos en el gobierno derrocado.

Los talibanes proclamaron públicamente una amnistía, pero grupos de defensa de derechos humanos aseguran que más de 100 personas han sido ejecutadas o han desaparecido.

Pero hasta ahora, la mayor injusticia para Mohammadi es la miseria de este campo.

"Somos tratados como ganado", protesta. "No tenemos un lugar de verdad para vivir, estamos en tiendas. No tenemos agua, ni fuego, ni clínica si enfermamos", continúa.

Pero la hundida economía afgana no le deja muchas opciones para alimentar a los 25 miembros de su familia.

Desde la caótica retirada, los países occidentales han congelado la ayuda internacional y miles de millones de activos afganos en el exterior.

- Regreso a Kabul -

El montañoso Panshir ha sido históricamente un nido de resistencia contra las fuerzas exteriores.

Los muyahidines antisoviéticos es congregaron aquí en los 1980. Y los rebeldes antitalibanes se movían entre sus cretas durante el primer régimen de los fundamentalistas entre 1996 y 2001.

Esta vez, el valle Mikeni no ha escapado a las garras de los talibanes.

La provincia fue la última en caer en septiembre, pero cuando los combatientes islamistas llegaron hubo poca resistencia.

Los nuevos dirigentes subieron hasta las minas días después, recuerda Mohammad Riyah Nizami, antiguo oficial de policía en Kabul que ya trabajaba allí.

Examinaron las manos de los hombres para identificar a los recién llegados por la escasa rugosidad de la piel y detuvieron a unos 20 que posteriormente fueron liberados.

"Nadie les dijo que éramos de la policía, el ejército o los servicios de seguridad", dice Nizami.

Los talibanes buscaban a guerrilleros que se estuvieran movilizando contra el nuevo gobierno.

Nizami se considera afortunado hasta ahora. Su trabajo, garantizado por un amigo, consiste en empujar un carro entre los túneles por un salario diario de casi 4 dólares.

Ahora está de vuelta a Kabul a petición de oficiales talibanes que quieren aprovechar sus habilidades informáticas.

Muradi está listo para hacer lo mismo. Los talibanes quieren reconstruir el ejército y la policía de Afganistán.

Durante años, su trabajo fue perseguir a los nuevos jefes del país. Ahora, asegura, "si me llaman para volver a trabajar, iré".

S.Danek--TPP