The Prague Post - Un bosque comestible en el este de Francia para salvar el planeta

EUR -
AED 4.299618
AFN 80.772999
ALL 98.102368
AMD 448.468011
ANG 2.09515
AOA 1073.456153
ARS 1518.918349
AUD 1.799594
AWG 2.107988
AZN 1.994696
BAM 1.958505
BBD 2.362764
BDT 142.176383
BGN 1.95664
BHD 0.441076
BIF 3465.026106
BMD 1.170617
BND 1.500372
BOB 8.086065
BRL 6.32239
BSD 1.170216
BTN 102.343363
BWP 15.660631
BYN 3.903892
BYR 22944.091786
BZD 2.350517
CAD 1.617735
CDF 3388.93643
CHF 0.944212
CLF 0.028741
CLP 1127.50357
CNY 8.407493
CNH 8.415453
COP 4701.197582
CRC 591.316763
CUC 1.170617
CUP 31.021349
CVE 111.096105
CZK 24.471049
DJF 208.042501
DKK 7.464732
DOP 72.256377
DZD 151.673585
EGP 56.499883
ERN 17.559254
ETB 165.233038
FJD 2.6408
FKP 0.863156
GBP 0.863319
GEL 3.149417
GGP 0.863156
GHS 12.467527
GIP 0.863156
GMD 84.874235
GNF 10158.032896
GTQ 8.975397
GYD 244.724893
HKD 9.159434
HNL 30.90878
HRK 7.535308
HTG 153.121501
HUF 395.438883
IDR 18967.506082
ILS 3.956077
IMP 0.863156
INR 102.445195
IQD 1533.508175
IRR 49297.609841
ISK 143.260551
JEP 0.863156
JMD 187.248639
JOD 0.830014
JPY 172.227062
KES 151.599342
KGS 102.287107
KHR 4688.321206
KMF 492.248859
KPW 1053.584709
KRW 1625.952243
KWD 0.357565
KYD 0.975147
KZT 633.885562
LAK 25288.256608
LBP 104414.323965
LKR 352.226517
LRD 235.883727
LSL 20.591598
LTL 3.456528
LVL 0.708095
LYD 6.338936
MAD 10.546678
MDL 19.512952
MGA 5197.539565
MKD 61.615107
MMK 2456.660271
MNT 4211.756616
MOP 9.430426
MRU 46.76659
MUR 53.357163
MVR 18.03965
MWK 2031.020774
MXN 21.941463
MYR 4.931855
MZN 74.806787
NAD 20.591593
NGN 1794.228419
NIO 43.032319
NOK 11.935166
NPR 163.74918
NZD 1.975725
OMR 0.449849
PAB 1.170201
PEN 4.167835
PGK 4.846793
PHP 66.201944
PKR 330.172943
PLN 4.259967
PYG 8569.837184
QAR 4.261753
RON 5.063859
RSD 117.322785
RUB 93.766881
RWF 1691.541461
SAR 4.392451
SBD 9.626888
SCR 16.558907
SDG 702.959768
SEK 11.189698
SGD 1.499214
SHP 0.919921
SLE 27.279667
SLL 24547.249292
SOS 669.011861
SRD 43.968805
STD 24229.40694
STN 24.934141
SVC 10.239143
SYP 15220.378027
SZL 20.591584
THB 37.975245
TJS 10.912033
TMT 4.108865
TND 3.376352
TOP 2.741706
TRY 47.765426
TTD 7.939865
TWD 35.156557
TZS 3058.240971
UAH 48.298012
UGX 4165.753995
USD 1.170617
UYU 46.814663
UZS 14691.242835
VES 158.583885
VND 30752.106694
VUV 139.539045
WST 3.238283
XAF 656.855873
XAG 0.030814
XAU 0.000351
XCD 3.163651
XCG 2.109013
XDR 0.822168
XOF 656.716485
XPF 119.331742
YER 281.270026
ZAR 20.597292
ZMK 10536.961287
ZMW 27.119111
ZWL 376.938173
Un bosque comestible en el este de Francia para salvar el planeta
Un bosque comestible en el este de Francia para salvar el planeta / Foto: Jeff Pachoud - AFP

Un bosque comestible en el este de Francia para salvar el planeta

Hojas de caoba, flores de margarita y pan de especias con harina de bellota, entre otros manjares, se encuentran en el bosque comestible de Bresse, en el este de Francia, que ofrece todo lo que el ser humano necesita para alimentarse respetando al planeta.

Tamaño del texto:

"¿Qué se come aquí? Todo lo que te rodea", dice Fabrice Desjours mientras pasa la mano por un frondoso caos vegetal formado por marañas de lianas, plantas y arbustos, dominado por árboles de orígenes sorprendentes.

"Este cornejo japonés produce frutos asombrosos que se pueden comer", cuenta Desjours, señalando un árbol de magníficas flores blancas estrelladas. "Y sí, resiste temperaturas de hasta -20ºC". añade el fundador de Forêt Gourmande (FoGo, bosque goloso).

"Este es un bambú sasa. Se comen los brotes pequeños. Salteados quedan deliciosos... Esta es una caoba china con la que hacemos unos pestos estupendos", dice mientras muestra al visitante dubitativo las hojas de color verde óxido que dan la deliciosa impresión de estar mordiendo una cebolla con un ligero sabor a nuez.

Luego, señalando al suelo alfombrado de plantas, dice: "Eso es cizaña, una verdura estupenda. Y allí está la aralia, una verdura asiática, a los restauradores les encanta".

Más de mil especies son cultivadas en las 2,5 hectáreas de FoGo plantadas en la región de Bresse, en Borgoña, por iniciativa exclusiva de Desjours.

Con su sombrero de paja y manos de jardinero, este antiguo enfermero apasionado por las plantas "desde niño" disfrutaba encontrando en el bosque la "calma" que su trabajo le negaba.

Como trotamundos, descubrió en sus viajes que los agrobosques alimentan a la gente en Sumatra, Costa Rica y Comoras. "Los lugareños se adentraban en el bosque y volvían diez minutos después con cestas llenas de cosas deliciosas. Había comida en abundancia", recuerda.

- Sin riego -

"Yo también quería crear mi oasis", dice, y en 2010, después de estudiar agrosilvicultura, compró algunas hectáreas de prados desolados y plantó su bosque goloso con sus propias manos y medios económicos.

La idea era realmente hacer un bosque para comer, sin erosión ni tratamiento del suelo", explica a AFP.

Aparte de los primeros años de plantío, no necesita riego. El FoGo está plantado "con variedades resistentes a la sequía", pero también porque "retiene el agua en el suelo" gracias a una combinación de plantas específicas que potencian la biodiversidad, explica Desjours entre el canto de los pájaros.

Comenzó como el sueño de un solo hombre, pero FoGo se convirtió en un laboratorio de "jardines-bosque" que "todos" quieren imitar en Normandía, Lille, y Toulouse. En altura o en llanura. En zonas inundables o secas, la asociación sin fines de lucro creada en 2018 para apoyar el bosque comestible asesora actualmente a unos 50 proyectos por año y capacita de "cinco a 600 personas".

"El interés es enorme", confirma Geneviève Michon, experta en agrosilvicultura del Instituto de Investigación para el Desarrollo.

"Nos llegó de los trópicos", dice la investigadora. "Llegó a Europa hace 30 años, primero al Reino Unido. En Francia tardó mucho: cuando quise investigar el tema en los años 1980 me dijeron 'la agrosilvicultura no tiene futuro'", recuerda.

"Hoy en día la gente redescubre la idea de que podemos comer del bosque. Se puso en boga porque la gente se está dando cuenta del enorme costo de la agricultura industrial", agregá.

De repente, en la selva comestible, Fabrice Desjours grita "¡a la mesa!" con los brazos cargados de una "superensalada" de galio blanco, hierba callera, glechoma... acompañada de un puré de ñame chino y, por último, pan de jengibre con harina de bellota. Todo regado con té de rosas japonés.

"Entrante, plato principal, postre", dice con satisfacción. "Sí, con el bosque se puede hacer una comida completa", concluye satisfecho.

V.Nemec--TPP