The Prague Post - Auge y caída del mayor simio de todos los tiempos

EUR -
AED 4.100273
AFN 78.60757
ALL 98.166966
AMD 432.286638
ANG 1.997847
AOA 1023.661719
ARS 1274.492205
AUD 1.739351
AWG 2.012159
AZN 1.902168
BAM 1.95574
BBD 2.26123
BDT 136.075794
BGN 1.960574
BHD 0.420487
BIF 3332.496993
BMD 1.116315
BND 1.454255
BOB 7.738761
BRL 6.322034
BSD 1.119965
BTN 95.745041
BWP 15.144532
BYN 3.665087
BYR 21879.783696
BZD 2.24963
CAD 1.559549
CDF 3204.942189
CHF 0.935299
CLF 0.027413
CLP 1051.967484
CNY 8.048081
CNH 8.048713
COP 4704.554582
CRC 567.282465
CUC 1.116315
CUP 29.582361
CVE 110.261592
CZK 24.899757
DJF 199.433835
DKK 7.461011
DOP 65.907963
DZD 148.865399
EGP 55.928271
ERN 16.744732
ETB 151.194627
FJD 2.537725
FKP 0.83994
GBP 0.840567
GEL 3.05914
GGP 0.83994
GHS 13.887571
GIP 0.83994
GMD 80.937172
GNF 9698.700213
GTQ 8.598734
GYD 234.312757
HKD 8.722499
HNL 29.141099
HRK 7.532941
HTG 146.54547
HUF 402.867531
IDR 18412.786848
ILS 3.96752
IMP 0.83994
INR 95.543378
IQD 1467.15465
IRR 47010.84053
ISK 145.891703
JEP 0.83994
JMD 178.534481
JOD 0.791807
JPY 162.594147
KES 144.755526
KGS 97.622219
KHR 4481.861466
KMF 492.857526
KPW 1004.7411
KRW 1561.859763
KWD 0.343145
KYD 0.933371
KZT 571.02235
LAK 24221.251321
LBP 100346.698283
LKR 335.109642
LRD 223.983077
LSL 20.217275
LTL 3.29619
LVL 0.675249
LYD 6.178809
MAD 10.389879
MDL 19.509397
MGA 5019.844837
MKD 61.528098
MMK 2343.6765
MNT 3999.013199
MOP 9.015121
MRU 44.32763
MUR 51.47373
MVR 17.25866
MWK 1941.939975
MXN 21.73009
MYR 4.795735
MZN 71.336723
NAD 20.217275
NGN 1788.71739
NIO 41.208726
NOK 11.593835
NPR 153.192265
NZD 1.897963
OMR 0.429497
PAB 1.119965
PEN 4.129072
PGK 4.654856
PHP 62.294316
PKR 315.375252
PLN 4.268991
PYG 8941.723611
QAR 4.081974
RON 5.106255
RSD 117.226377
RUB 90.497203
RWF 1603.750428
SAR 4.186829
SBD 9.31055
SCR 15.922308
SDG 670.351558
SEK 10.907859
SGD 1.452108
SHP 0.877249
SLE 25.344455
SLL 23408.578004
SOS 640.080215
SRD 40.8365
STD 23105.476908
SVC 9.799697
SYP 14514.261285
SZL 20.222375
THB 37.223582
TJS 11.546543
TMT 3.912686
TND 3.376696
TOP 2.614527
TRY 43.377235
TTD 7.596765
TWD 33.732379
TZS 3021.006621
UAH 46.488763
UGX 4097.873335
USD 1.116315
UYU 46.59856
UZS 14520.55117
VES 105.163869
VND 28936.572095
VUV 133.952878
WST 3.099125
XAF 655.936725
XAG 0.034581
XAU 0.000349
XCD 3.016899
XDR 0.815775
XOF 655.936725
XPF 119.331742
YER 272.496621
ZAR 20.143411
ZMK 10048.183034
ZMW 30.104069
ZWL 359.453134
Auge y caída del mayor simio de todos los tiempos
Auge y caída del mayor simio de todos los tiempos / Foto: Garcia/Joannes-Boyau (Southern Cross University) - Southern Cross University/AFP

Auge y caída del mayor simio de todos los tiempos

Con sus tres metros de altura, el Gigantopithecus blacki era un simio gigante que deambuló durante mucho tiempo por las selvas de Asia, antes de desaparecer de la faz de la Tierra hace más de 200.000 años.

Tamaño del texto:

Y todo indica que fue a causa de su incapacidad de adaptarse a los cambios de su entorno, según un estudio publicado este miércoles.

La extinción del primate más grande de todos los tiempos, con un peso de 200 a 300 kilos, era uno de los grandes enigmas de la paleontología desde que aparecieron los primeros fósiles de la bestia, en la década de 1930.

Un paleontólogo alemán había hallado por esos años lo que le presentaron como un "diente de dragón" en una farmacia en Hong Kong.

"Era tres o cuatro veces más grande que el de cualquier gran simio. Esto lo intrigó y así comenzaron las investigaciones", cuenta Renaud Joannes-Boyau, profesor en la Universidad Southern Cross de Australia, uno de los principales autores del estudio publicado en Nature.

El Gigantopithecus blacki apenas dejó atrás algunas mandíbulas y dientes. Centenares de esos fósiles fueron hallados en cuevas de la provincia de Guangxi, en el sur de China.

A pesar de diez años de excavaciones, los científicos no lograron determinar cuándo se extinguió la especie y, por lo tanto, por qué, explicó el profesor Yingqi Zhang del Instituto de Paleontología de la Academia China de Ciencias, principal coautor del estudio.

- La ventana de desaparición -

En lugar de investigar sitio por sitio, un equipo de científicos chinos, australianos y estadounidenses trabajó en un conjunto de 22 cuevas, algunas de las cuales nunca antes habían sido excavadas. Allí encontraron dientes fosilizados, de entre 2 millones y 250.000 años de antigüedad.

Combinaron seis métodos diferentes de datación, incluido el análisis de sedimentos por luminiscencia, que permite saber cuándo fueron expuestos a la luz del día esos depósitos por última vez.

También utilizaron la datación de los restos de polen, que es un valioso indicador de la evolución de la vegetación.

Todo ello con el fin de "tener una cronología bien definida del medio ambiente de cada sitio, incluso de aquellos donde el Gigantopithecus blacki dejó de aparecer", explica el profesor Joannès-Boyau, experto en geoquímica.

Sus resultados permitieron determinar una "ventana de extinción" de la especie: entre 295.000 y 215.000 años.

Esto corresponde a un amplio período de ciclos glaciares llamado Pleistoceno, cuando el planeta experimentó un enfriamiento global.

- Demasiado especializado -

Como resultado, en las exuberantes selvas tropicales donde prosperaba el coloso, "la aparición de estaciones transformó la vegetación y causó períodos de escasez de frutas", explica la investigadora Kira Westaway, de la Universidad Macquarie en Australia, principal coautora del estudio.

El Gigantopithecus blacki se desplazaba solo por el suelo, y poco a poco vio disminuir su área de búsqueda de alimentos y empezó a alimentarse de cortezas y pequeñas ramas.

"Cometió un error enorme al especializarse en estos alimentos de emergencia, muy fibrosos y menos nutritivos", detalló Yingqi Zhang en una entrevista con la AFP en Pekín.

Su tamaño demasiado grande frenó la agilidad necesaria para encontrar recursos más variados. Esta desventaja no hizo más que empeorar ya que "sorprendentemente, su tamaño aumentó" con el tiempo, señala Kira Westaway.

El animal empezó a sufrir un "estrés crónico de largo plazo", que se refleja en la dentición.

La población se redujo gradualmente y la especie finalmente se extinguió.

Por el contrario, sus contemporáneos, los orangutanes de la especie Pongo weidenreichi, cercanos al Gigantopithecus, resistieron: eran más pequeños y ágiles, capaces de desplazarse por las copas de los árboles para hallar una alimentación más variada (hojas, nueces, insectos, pequeños mamíferos, etc.).

Esa versatilidad salvadora se fortaleció a medida que su tamaño disminuía con el tiempo.

El Gigantopithecus no fue el único animal de la megafauna del Pleistoceno que desapareció.

Según Kira Westaway, "explorar estas extinciones no resueltas permite comprender los mecanismos de resiliencia en los grandes animales, tanto en el pasado como en el futuro, ante la amenaza de una sexta extinción masiva" de especies.

H.Dolezal--TPP