The Prague Post - La segunda vida del caucho pone en pie una economía sostenible en Amazonía

EUR -
AED 4.268764
AFN 76.673349
ALL 96.925782
AMD 442.484818
ANG 2.080601
AOA 1065.882266
ARS 1577.895122
AUD 1.785483
AWG 2.093698
AZN 1.968617
BAM 1.95792
BBD 2.329542
BDT 140.891947
BGN 1.957319
BHD 0.438182
BIF 3409.706584
BMD 1.162359
BND 1.50555
BOB 7.992654
BRL 6.37379
BSD 1.156662
BTN 102.673496
BWP 15.570994
BYN 3.938415
BYR 22782.227841
BZD 2.326229
CAD 1.631527
CDF 2725.731066
CHF 0.930027
CLF 0.028484
CLP 1117.433654
CNY 8.298086
CNH 8.284716
COP 4562.547951
CRC 582.032709
CUC 1.162359
CUP 30.802502
CVE 110.385947
CZK 24.31288
DJF 205.964784
DKK 7.468131
DOP 72.819159
DZD 151.556438
EGP 55.39333
ERN 17.435378
ETB 169.929925
FJD 2.643029
FKP 0.872038
GBP 0.870624
GEL 3.161814
GGP 0.872038
GHS 13.185447
GIP 0.872038
GMD 84.852297
GNF 10036.910809
GTQ 8.859707
GYD 241.985136
HKD 9.038215
HNL 30.371015
HRK 7.535343
HTG 151.526023
HUF 391.401156
IDR 19273.29981
ILS 3.857752
IMP 0.872038
INR 103.145084
IQD 1515.160118
IRR 48877.17792
ISK 141.598374
JEP 0.872038
JMD 186.052252
JOD 0.824101
JPY 175.531836
KES 149.43253
KGS 101.648277
KHR 4653.098268
KMF 494.001994
KPW 1046.133308
KRW 1652.827008
KWD 0.356484
KYD 0.963856
KZT 624.724493
LAK 25102.287905
LBP 103576.185489
LKR 350.143642
LRD 211.661912
LSL 20.238775
LTL 3.432143
LVL 0.703099
LYD 6.300877
MAD 10.633914
MDL 19.43129
MGA 5205.658908
MKD 61.631817
MMK 2440.221378
MNT 4182.690232
MOP 9.262348
MRU 46.355391
MUR 52.852881
MVR 17.782566
MWK 2005.680312
MXN 21.478463
MYR 4.908675
MZN 74.286156
NAD 20.238775
NGN 1693.184281
NIO 42.566272
NOK 11.774355
NPR 164.27658
NZD 2.031977
OMR 0.446918
PAB 1.156652
PEN 3.961372
PGK 4.935365
PHP 67.499904
PKR 327.486809
PLN 4.260538
PYG 8141.88581
QAR 4.217221
RON 5.089269
RSD 117.170439
RUB 92.399983
RWF 1678.824998
SAR 4.359095
SBD 9.574721
SCR 15.82807
SDG 699.166835
SEK 11.055885
SGD 1.506033
SHP 0.87207
SLE 27.024861
SLL 24374.077346
SOS 661.018572
SRD 45.308387
STD 24058.475468
STN 24.526662
SVC 10.120088
SYP 15113.506181
SZL 20.22207
THB 37.790024
TJS 10.629584
TMT 4.079879
TND 3.407934
TOP 2.722362
TRY 48.626228
TTD 7.85554
TWD 35.596648
TZS 2854.013431
UAH 48.34115
UGX 4007.390784
USD 1.162359
UYU 46.481528
UZS 14052.396813
VES 228.983122
VND 30622.91753
VUV 141.902052
WST 3.25588
XAF 656.670846
XAG 0.022457
XAU 0.000278
XCD 3.141332
XCG 2.084584
XDR 0.816691
XOF 656.673674
XPF 119.331742
YER 277.628643
ZAR 20.145995
ZMK 10462.610418
ZMW 26.110384
ZWL 374.278983
La segunda vida del caucho pone en pie una economía sostenible en Amazonía
La segunda vida del caucho pone en pie una economía sostenible en Amazonía / Foto: Pablo PORCIUNCULA - AFP

La segunda vida del caucho pone en pie una economía sostenible en Amazonía

Apenas sale el sol en la isla amazónica de Marajó, Renato Cordeiro se calza las botas, toma su cuchillo y sale a rasgar sus siringas. Gota a gota, extrae su leche para obtener el caucho que le da sustento.

Tamaño del texto:

El reciente resurgir del oficio de "siringuero" en este empobrecido territorio del norte de Brasil activó una economía sostenible y devolvió el empleo a familias que durante generaciones vivieron del apogeo del caucho de Amazonía, hasta que la demanda se hundió a fines del siglo XX.

Una iniciativa de la empresa local Seringô posibilitó a Renato y a más de 1.500 "siringueros" retomar su labor para fabricar productos como calzado, y cuidar asimismo de la selva, castigada cada vez más por la deforestación.

Y es que el jardín de este hombre enjuto, de 57 años, es nada menos que la Amazonía.

En la parte trasera de su palafito sobre el río Anajás, decenas de siringas naturales se confunden entre árboles centenarios y palmeras típicas de esta isla rodeada por un lado de mar y por otro, de cauces.

- La selva, el "patrimonio familiar" -

"Empecé a rasgar a los siete años con mi madre", explica Renato, mientras sostiene su cuchillo, de cuya lama sobresale una pieza metálica para hacer las incisiones en la corteza.

A cada corte, realizado con cuidado para no dañar el tronco, este árbol nativo de Amazonía empieza a verter su látex en un recipiente colocado debajo.

Mientras se llena, Renato acomete la siguiente siringa.

La tarea suena fácil, pero el "siringuero" debe conocer los tiempos de la llamada "mamá" de la selva: como el pecho materno, la leche solo sale si se estimula con frecuencia.

A casa se lleva diariamente unos 18 litros: los mezcla con vinagre hasta obtener unas rodanchas de pasta blanquecina, que cuelga en una cuerda durante diez días para que se sequen.

El caucho está listo para ser vendido a Seringô, que lo recupera en el embarcadero de su casa.

El orgullo de este hombre, casado y padre de tres hijos, es notable.

Después de casi dos décadas malviviendo de la caza y la colecta de açaí, retomó en 2017 su oficio para "proteger" así lo que define como su "patrimonio familiar", la floresta.

- Proteger vs. destruir -

"Deseaba tanto que esta actividad volviera", asegura unos palafitos río arriba, al norte de la localidad de Anajás, otro "siringuero", Valcir Rodrigues, un padre de familia, de 51 años.

"Queremos dejar un mundo mejor a nuestros hijos, por eso no deforestamos", afirma.

Valcir explica que cada tanto debe hacer frente a madereros que invaden su tierra para talar árboles.

"Deberían entender hasta qué punto dañan la selva y se perjudican, porque muchas veces estas personas a sueldo se acaban endeudando con sus patronos", afirma Valcir.

La deforestación se disparó en Marajó cuando la demanda de caucho amazónico para fabricar neumáticos se esfumó debido a que países como Malasia empezaron a plantar siringas a gran escala.

Pero del caucho vive de nuevo toda la familia de Valcir: su esposa y su suegra lo trabajan con destreza para fabricar coloridos objetos de artesanía, que se venden especialmente en Belém, la capital del estado de Pará, al este de Marajó.

"Yo era funcionaria, pero la alcaldía nunca me dio trabajo. Este es mi primer oficio de verdad y me encanta", cuenta la segunda, Vanda Lima, una sonriente mujer, de 60 años.

- Cuestión de familia -

Con uno de los peores índices de desarrollo humano (IDH) de Brasil, "era necesario generar una renta en Marajó", explica Zelia Damasceno, que fundó Seringô junto a su esposo para estimular la bioeconomía en la región.

Aunque al principio fomentaron la artesanía, la pareja se percató de que el "siringuero" estaba "insatisfecho" con solo extraer caucho para que su esposa trabajara.

"Por eso imaginamos un segundo uso, el zapato, para que él pudiera también ganarse una renta", dice esta paraense, de 59 años.

- Objetivo: 10.000 "siringueros" -

Su fábrica de Castanhal, al este de la isla, produce a diario unos 200 pares de zapatillas deportivas y sandalias biodegradables, pues están hechas de 70% de caucho y 30% de polvo de açaí.

Recientemente, recibió el espaldarazo de la gobernación de Pará para alcanzar la cifra de 10.000 "siringueros" en Marajó, en el marco de un programa de desarrollo en la región lanzado antes de la COP30 de la ONU, prevista en noviembre en Belém.

Damasceno admite que todavía quedan retos: "Hay jóvenes que no quieren seguir ese camino. Debemos concienciarlos de que es importante ese trabajo para preservar la selva y su futuro".

I.Mala--TPP