

Juez de juicio contra Bolsonaro se planta ante "amenazas" de EEUU
El juez de la corte suprema de Brasil a cargo del juicio contra el expresidente Jair Bolsonaro afirmó este viernes que va a "ignorar" las sanciones de Estados Unidos, y que la justicia brasileña "no se doblegará" ante las "amenazas".
El gobierno de Donald Trump le impuso el miércoles sanciones económicas al magistrado Alexandre de Moraes, al que acusa de una "caza de brujas ilegal contra ciudadanos y empresas estadounidenses y brasileñas".
Después de esas medidas, y de una subida arancelaria a las exportaciones brasileñas confirmada el jueves por Washington, el poderoso juez se pronunció durante una sesión muy esperada del plenario del Supremo Tribunal Federal.
En un tono duro, durante un discurso transmitido en vivo por las emisoras brasileñas, Moraes dijo que va "a ignorar las sanciones" y "continuar trabajando".
"No solo esta corte, la Procuraduría General de la República y la Policía Federal no se doblegarán ante las amenazas", añadió el juez.
Moraes, a quien Estados Unidos ya había revocado la visa, fue objeto de sanciones financieras personales en virtud de la ley Magnistky, un instrumento para castigar a personas acusadas de violaciones a los derechos humanos en el mundo.
Según la Casa Blanca, Moraes "ha abusado de su autoridad judicial para amenazar, señalar e intimidar a miles de sus oponentes políticos" en coordinación con otros jueces de la alta corte brasileña.
- "Defensa de la soberanía" -
Las sanciones contra Moraes abarcan el bloqueo de todos sus eventuales activos en Estados Unidos y la prohibición de ciudadanos y empresas estadounidenses de hacer negocios con él. Una fuente judicial brasileña dijo, sin embargo, a la AFP que "el juez no tiene bienes en Estados Unidos".
La corte suprema "siempre será absolutamente inflexible en la defensa de la soberanía nacional y en su compromiso con la democracia", enfatizó este viernes Moraes.
El magistrado también denunció a quienes, siendo brasileños, han actuado "de manera cobarde y traicionera con la finalidad de intentar someter el funcionamiento del Supremo Tribunal Federal al escrutinio de otro Estado".
Fue una mención velada al diputado federal Eduardo Bolsonaro, hijo del expresidente, quien, radicado en Estados Unidos, lleva adelante un eficiente lobby ante el gobierno Trump en defensa de su padre y contra los poderes Ejecutivo y Judicial de Brasil.
El juez abrió recientemente una investigación contra Jair Bolsonaro y su hijo por presunta "obstrucción" del proceso contra el expresidente, al impulsar "actos hostiles" contra Brasil.
En el marco del proceso, el exjefe de Estado de extrema derecha (2019-2022) debe llevar una tobillera electrónica, además de la prohibición de usar redes sociales, entre otras medidas.
- "Ataque golpista" -
Además de las sanciones contra Moraes, Trump alegó una supuesta "caza de brujas" contra Bolsonaro e impuso aranceles de 50% a importantes sectores de las exportaciones brasileñas.
Moraes relató el viernes que Eduardo Bolsonaro "asumió la autoría de intermediación con un gobierno extranjero para la imposición de medidas económicas contra su propio país (...) con la posible pérdida de miles de empleos brasileños".
Según el juez, la intención de "estimular una crisis económica" busca "generar una crisis política para que haya nuevamente una inestabilidad social que permita un nuevo ataque golpista".
Ante la corte suprema, Jair Bolsonaro es acusado de conspirar con una treintena de excolaboradores para permanecer en el poder independientemente del resultado de los comicios de 2022, que ganó el actual presidente izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva.
El proceso judicial contra el exmandatario se culminará "este semestre", "sin acobardarnos por amenazas, ya sean de aquí o de cualquier otro lugar", prometió Moraes.
Si es condenado, Bolsonaro podría enfrentar una pena de unos 40 años de prisión.
N.Simek--TPP