Comienzan elecciones legislativas organizadas por la junta militar en Birmania
Pobladores de Birmania acudieron lentamente a las urnas el domingo para votar en unas elecciones legislativas de un mes de duración que la junta militar defiende como un retorno a la democracia, a cinco años de tomar el poder en un golpe de Estado.
Un periodista de la AFP constató la apertura de un puesto de votación en el distrito de Kamayut, en Rangún, cerca de la casa de la exlíder y nobel de la Paz Aung San Suu Kyi, quien permanece en prisión desde el golpe militar de febrero de 2021.
La junta disolvió también el popular partido de Suu Kyi, cuyos líderes se exiliaron o están detenidos.
Tanto la ONU como numerosos países han criticado el proceso electoral, que consideran un intento de la junta de legitimar el régimen militar birmano, que desató una guerra civil al tomar el poder por las armas.
El jefe de la junta militar, Min Aung Hlaing, afirmó que las elecciones legislativas son "libres y justas", a pesar de estar organizadas por el ejército, que tomó el poder mediante un golpe de Estado.
"Les aseguramos que estas son unas elecciones libres y justas. Su reputación no se ve empañada por el hecho de que las organice el ejército", declaró el general tras emitir su voto en la capital, Naipyidó.
El promilitar Partido Unión, Solidaridad y Desarrollo está proyectado para emerger de la votación como la principal fuerza política del país del sudeste asiático.
Con una población de unos 50 millones de habitantes, el país vive una guerra civil y no hay votación en las zonas bajo control rebelde.
En los territorios controlados por la junta, las primeras tres rondas de votación comenzaron a las 06H00 (23H30 GMT de sábado), incluyendo distritos de las ciudades de Rangún, Mandalay y la capital Naipidó.
Sin embargo, en los días previos a la votación no se observaron los mitines masivos y entusiastas que comandaba Suu Kyi.
"Es imposible que esta elección sea libre y justa", comentó Moe Moe Mying, quien lleva dos meses "huyendo" de los ataques aéreos militares en su aldea.
"¿Cómo podemos apoyar una elección controlada por la junta cuando estos militares han destruido nuestras vidas?", preguntó esta mujer de 40 años, en declaraciones a AFP en la región central de Mandalay.
"Estamos sin casa, ocultos en la selva y viviendo entre la vida y la muerte", agregó.
C.Novotny--TPP