The Prague Post - Heridos de bala en plena escasez de cuidados: la doble condena de los haitianos

EUR -
AED 4.216706
AFN 79.224607
ALL 96.22259
AMD 439.23808
ANG 2.05523
AOA 1052.884932
ARS 1673.532801
AUD 1.771316
AWG 2.066732
AZN 1.955927
BAM 1.954642
BBD 2.312829
BDT 139.977043
BGN 1.95564
BHD 0.432825
BIF 3387.144368
BMD 1.148185
BND 1.49967
BOB 7.93402
BRL 6.198127
BSD 1.148319
BTN 101.800668
BWP 15.501813
BYN 3.91355
BYR 22504.416818
BZD 2.309159
CAD 1.619492
CDF 2576.526396
CHF 0.930609
CLF 0.027714
CLP 1087.205007
CNY 8.186269
CNH 8.193135
COP 4434.277179
CRC 576.158541
CUC 1.148185
CUP 30.42689
CVE 110.656246
CZK 24.37791
DJF 204.055061
DKK 7.465875
DOP 73.655726
DZD 150.211766
EGP 54.320978
ERN 17.222768
ETB 175.241608
FJD 2.623315
FKP 0.873242
GBP 0.881749
GEL 3.122535
GGP 0.873242
GHS 12.555358
GIP 0.873242
GMD 84.391594
GNF 9978.871691
GTQ 8.800784
GYD 240.208937
HKD 8.926612
HNL 30.254843
HRK 7.532897
HTG 150.346673
HUF 388.169617
IDR 19190.75626
ILS 3.755505
IMP 0.873242
INR 101.880882
IQD 1504.121736
IRR 48338.568574
ISK 146.405608
JEP 0.873242
JMD 184.320763
JOD 0.814078
JPY 176.528781
KES 148.345932
KGS 100.408499
KHR 4621.443068
KMF 489.126693
KPW 1033.367775
KRW 1660.274845
KWD 0.352791
KYD 0.956933
KZT 601.633444
LAK 24846.71298
LBP 102819.924542
LKR 349.912625
LRD 210.634678
LSL 19.874579
LTL 3.39029
LVL 0.694525
LYD 6.263375
MAD 10.689259
MDL 19.602383
MGA 5149.607424
MKD 61.512921
MMK 2410.714993
MNT 4123.754337
MOP 9.193751
MRU 45.690364
MUR 52.699485
MVR 17.687734
MWK 1994.396318
MXN 21.469409
MYR 4.825245
MZN 73.426471
NAD 19.875054
NGN 1656.554622
NIO 42.196028
NOK 11.74703
NPR 162.881469
NZD 2.035915
OMR 0.441473
PAB 1.148234
PEN 3.877396
PGK 4.836177
PHP 67.28023
PKR 322.539174
PLN 4.260574
PYG 8138.176932
QAR 4.180422
RON 5.084276
RSD 117.209004
RUB 93.003807
RWF 1664.293478
SAR 4.305875
SBD 9.450238
SCR 15.899709
SDG 689.500542
SEK 11.017732
SGD 1.502059
SHP 0.861436
SLE 26.629025
SLL 24076.854994
SOS 656.17134
SRD 44.204536
STD 23765.101628
STN 24.685967
SVC 10.048045
SYP 12695.377378
SZL 19.875178
THB 37.407574
TJS 10.597412
TMT 4.030128
TND 3.368203
TOP 2.689167
TRY 48.325336
TTD 7.786385
TWD 35.516831
TZS 2824.312384
UAH 48.32476
UGX 4001.628446
USD 1.148185
UYU 45.722902
UZS 13766.732333
VES 256.828446
VND 30220.21687
VUV 140.175754
WST 3.218024
XAF 655.462931
XAG 0.024346
XAU 0.000291
XCD 3.103026
XCG 2.069573
XDR 0.813776
XOF 652.91524
XPF 119.331742
YER 273.898747
ZAR 20.116624
ZMK 10335.033362
ZMW 25.632679
ZWL 369.714951
Heridos de bala en plena escasez de cuidados: la doble condena de los haitianos
Heridos de bala en plena escasez de cuidados: la doble condena de los haitianos / Foto: ROBERTO SCHMIDT - AFP/Archivos

Heridos de bala en plena escasez de cuidados: la doble condena de los haitianos

Olivier Vilminio ha sufrido dos veces por culpa de las pandillas de Haití. La primera cuando éstas lo hirieron de bala y la segunda, cuando asaltaron el hospital donde estaba ingresado, obligándole a abandonar el establecimiento.

Tamaño del texto:

Este haitiano de 31 años, padre de dos niñas, es una víctima colateral de la violencia que sacude Puerto Príncipe. Los disparos le alcanzaron una pierna y el ano y tiene que caminar con una muleta.

Los tratamientos que necesita son demasiado caros o no están disponibles en la capital haitiana, por lo que el dolor es constante.

"Me he quedado sin medicación. El analgésico que debería tomar es tramadol (un potente medicamento de la familia de los opiáceos), y es carísimo, 750 gurdas el paquete", es decir, algo más de cinco dólares y medio, dice Vilminio desde el centro para desplazados donde vive, instalado en el liceo Marie Jeanne, cerca del centro de Puerto Príncipe.

Como muchos otros habitantes de la capital, Vilminio no recibe una atención médica adecuada.

Su país atraviesa una profunda crisis de seguridad, humanitaria y política. El número de desplazados internos ha aumentado un 60% desde marzo, debido al recrudecimiento de la violencia de las bandas, y ahora asciende a casi 600.000, según la Organización Internacional para las Migraciones.

Haití se ha dotado hace poco de autoridades de transición, cuya tarea principal es restaurar la estabilidad. Todo un reto teniendo en cuenta que las pandillas controlan la mayor parte de Puerto Príncipe y han atacado en varias ocasiones hospitales, además de instituciones gubernamentales, comisarías y prisiones.

Un primer contingente policial de Kenia, que encabeza una misión multilateral de la ONU para combatir la violencia pandillera en Haití, partió el lunes hacia esta nación caribeña.

- Sin dinero -

Vilminio buscó a personal de la oenegé Alima, que atiende a desplazados mediante equipos móviles, para ver si podían suministrarle antibióticos.

En el mismo centro, otras historias de balas perdidas recuerdan las desgracias de los residentes.

Marie Joanne Laguerre, de 24 años, estaba en la puerta de un albergue cuando fue alcanzada en la nuca. "Al principio pensé que me había golpeado una piedra", dice a la AFP.

Tres meses después, la joven aún no ha podido hacerse una radiografía. "Voy al hospital, me vendan, me dan medicinas", pero para la radiografía, "ese día hubo un corte de luz", cuenta. Y "ahora no tengo dinero para hacérmela. Sigo sin saber qué tengo en la cabeza".

Los hospitales que no han cerrado funcionan en condiciones precarias. A la inseguridad se suman la escasez del combustible necesario para usar los generadores y la falta de recursos.

Jean Philippe Lerebourg, director médico del Hospital La Paix, se siente sin embargo "afortunado" porque todos sus servicios han podido permanecer abiertos.

Pero desde finales de febrero -cuando las pandillas lanzaron ataques coordinados contra lugares estratégicos de la capital- el hospital está "bajo presión" porque ha tenido que acoger a pacientes que otros establecimientos, obligados a cerrar, ya no pueden recibir, explica.

- Comprar el material médico -

"Hace tiempo que superamos nuestra capacidad", explica Lerebourg.

Y aunque el hospital es público, tiene que cobrarles a los pacientes por el material necesario para sus tratamientos.

"Intentamos hacer todo lo posible para ofrecer atención de urgencia gratuita", dice. "Pero ahora, una vez terminada la atención de urgencia, si vienes a operarte, no pagas al cirujano, pero tienes que comprar todo el material que necesitas".

Y "el problema es precisamente la capacidad del paciente haitiano para pagar el tratamiento", añade.

Según él, la "situación es extremadamente difícil" para la población, ya que a veces los pacientes acuden desde "campos de desplazados" o han "perdido su trabajo".

El pico de heridas de bala se registró el 29 de febrero, el día en que las pandillas lanzaron sus ataques coordinados, explica Lerebourg.

Vilsaint Lindor, de 40 años, descansa en su cama de hospital con un gran vendaje en la cintura. Hace unos días estaba en casa, a punto de ducharse, cuando un hombre armado llamó a su puerta.

"Me pidió que le diera todo, teléfono, ordenador y dinero", refiere. "Se lo llevaron todo y como no pudieron llevarse el generador, me disparó".

"Estoy en casa y vienen las bandas armadas a robarme", lamenta con resignación.

V.Nemec--TPP