

La ola de calor en Europa se desplaza hacia el este y asfixia Alemania
Tras golpear España Portugal y Francia con temperaturas extremas, la ola de calor precoz que agobia a millones de europeos se desplazó este miércoles hacia el este del continente, poco acostumbrado a los picos de calor.
En Alemania, el país de la UE más poblado, se podría incluso llegar en alguna localidad a 40 ºC, como en Mannheim, en el suroeste, según el servicio meteorológico nacional.
En Berlín, donde se esperaba una máxima de 37 ºC, la mayoría de las piscinas al aire libre estaban llenas a media tarde.
"Es un poco como una sauna", comenta Nora, de 18 años, que vende fresas en un quiosco de una calle comercial de la capital alemana. "Me he traído dos litros de agua fresca y estoy intentando beber mucho", confiesa.
Estas olas de calor son "preocupantes", pero "lo que es peor es que nadie en política se interese, o no se interese lo suficiente", lamenta Marga, madre de dos niños, en Fráncfort.
En Dresde, en el este del país, las orillas del Elba se están secando y el río se evapora: el nivel del agua bajó a 64 cm, respecto a una media anual de 2 metros.
"Normalmente, esperamos niveles de agua como éste sólo en agosto y septiembre", afirma Matthias Roeser, de la asociación alemana de navegación fluvial.
El calor también llegó a Bélgica, donde se superaron los 35 °C y el Atomium, el famoso monumento de acero inoxidable de Bruselas, permaneció cerrado el miércoles por la tarde.
Países Bajos vivió su primera "noche tropical" del año, con temperaturas por encima de los 20 ºC.
- "De primera necesidad" -
Aunque las olas de calor en verano no son nuevas, tras décadas de combustión de carbón, petróleo y gas responsables del calentamiento climático, las canículas ocurren más pronto y más tarde en el año, fuera de las vacaciones escolares boreales, de junio a septiembre.
En Francia, los termómetros superaron el martes los 40 °C en el sur y los 38 °C en París, donde se activó por primera vez la alerta roja en cinco años.
El "pico más intenso" ya pasó, afirmó el gobierno, que registró dos muertes como consecuencia de enfermedades relacionadas con el calor.
La ministra de Transición ecológica, Agnès Pannier-Runacher, precisó que el país vivió su segundo mes de junio más cálido "desde el inicio de los registros en 1900".
España también vivió su mes de junio más caluroso jamás registrado, con una temperatura media de 23,6 ºC, superior incluso al promedio normal que suelen tener julio y agosto.
Y Portugal batió un récord de temperatura en un mes de junio, con los 46,6 ºC que se alcanzaron el domingo en Mora, a unos 100 km al este de Lisboa.
Ante este calor abrasador, la población hace como puede para resistir. "¿Cómo aguanto? No saliendo de casa. Tienes que ventilar muy pronto con las ventanas y a las 9 como muy tarde, cerrar las persianas y teletrabajar con aire condicionado", explica Manuel Méndez, un periodista de 46 años en Madrid.
"Pongo el aire condicionado, sale caro, pero no lo tomo en cuenta, para vivir deseablemente. Es como la calefacción en invierno", añade. "Algo que hace 10 años era accesorio, ahora es de primera necesidad".
- "Pobreza energética" -
Pero no todas las familias pueden permitirse esos gastos. "No ponemos el aire condicionado porque los hogares de la clase media no podemos tampoco. La pobreza energética nos afecta todos, si tienes que ahorrar para el fin de mes", se lamenta Julia Muñoz, responsable de calidad de 60 años.
Para este miércoles se esperan que las temperaturas sigan elevadas en España, aunque en algunos puntos podrían comenzar las lluvias y tormentas, especialmente en el norte y nordeste del país, sobre todo en Cataluña, Aragón y el Pirineo
Un hombre de 75 años murió en Córdoba, en Andalucía (sur), lo que eleva al menos a cuatro el número de muertes relacionadas con el calor en España en los últimos diez días.
Otras dos personas murieron el martes en Cataluña, donde un incendio forestal arrasó más de 1.800 hectáreas, y un niño de dos años falleció en la misma región tras permanecer varias horas en un coche estacionado al sol.
La evaluación del impacto de la ola de calor tomará meses. Las canículas de 2003 y 2022 causaron la muerte respectivamente de alrededor de 70.000 y 61.000 personas, principalmente entre las personas mayores.
Según los científicos, los fenómenos meteorológicos extremos, como las olas de calor y las tormentas, son cada vez más intensos debido al cambio climático.
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C.Novotny--TPP