The Prague Post - La lluvia por encargo, un viejo sueño de la humanidad

EUR -
AED 4.133496
AFN 78.993721
ALL 98.292187
AMD 437.813036
ANG 2.028226
AOA 1031.956036
ARS 1251.004261
AUD 1.754269
AWG 2.025649
AZN 1.917581
BAM 1.956366
BBD 2.27052
BDT 136.679539
BGN 1.955645
BHD 0.423966
BIF 3345.334088
BMD 1.125361
BND 1.459884
BOB 7.77318
BRL 6.356604
BSD 1.124511
BTN 95.971371
BWP 15.247788
BYN 3.681332
BYR 22057.066742
BZD 2.25882
CAD 1.569147
CDF 3232.035901
CHF 0.936355
CLF 0.027415
CLP 1052.026377
CNY 8.144577
CNH 8.147858
COP 4768.715323
CRC 570.754632
CUC 1.125361
CUP 29.822055
CVE 110.567117
CZK 24.960277
DJF 200.244083
DKK 7.463508
DOP 66.164741
DZD 149.7051
EGP 56.934474
ERN 16.880408
ETB 150.878807
FJD 2.553673
FKP 0.845242
GBP 0.846231
GEL 3.08916
GGP 0.845242
GHS 14.79893
GIP 0.845242
GMD 80.467613
GNF 9738.225934
GTQ 8.652503
GYD 236.030939
HKD 8.753814
HNL 29.213678
HRK 7.537782
HTG 146.858327
HUF 404.297467
IDR 18625.223483
ILS 3.99081
IMP 0.845242
INR 96.115361
IQD 1474.222318
IRR 47377.679471
ISK 146.983775
JEP 0.845242
JMD 178.745792
JOD 0.798223
JPY 163.602108
KES 145.738469
KGS 98.413212
KHR 4501.642176
KMF 491.224149
KPW 1012.802732
KRW 1571.172561
KWD 0.345153
KYD 0.937442
KZT 580.552785
LAK 24319.041837
LBP 100832.305501
LKR 336.104243
LRD 224.902123
LSL 20.538259
LTL 3.322898
LVL 0.68072
LYD 6.16251
MAD 10.412403
MDL 19.279978
MGA 5059.597826
MKD 61.530109
MMK 2362.563611
MNT 4024.463103
MOP 9.012527
MRU 44.800439
MUR 51.440657
MVR 17.33476
MWK 1949.845012
MXN 21.874928
MYR 4.835718
MZN 71.914736
NAD 20.538254
NGN 1808.578614
NIO 41.376711
NOK 11.672544
NPR 153.553794
NZD 1.904244
OMR 0.433006
PAB 1.124915
PEN 4.097481
PGK 4.667629
PHP 62.307881
PKR 316.686827
PLN 4.233571
PYG 8990.285386
QAR 4.097157
RON 5.12017
RSD 117.243917
RUB 92.791924
RWF 1616.471511
SAR 4.221084
SBD 9.389874
SCR 15.97473
SDG 675.783146
SEK 10.92971
SGD 1.460835
SHP 0.884357
SLE 25.60237
SLL 23598.229739
SOS 642.648918
SRD 41.30355
STD 23292.691251
SVC 9.842847
SYP 14631.484448
SZL 20.443375
THB 37.092299
TJS 11.642765
TMT 3.950016
TND 3.394369
TOP 2.635711
TRY 43.631708
TTD 7.642143
TWD 34.05499
TZS 3033.358886
UAH 46.714787
UGX 4117.191035
USD 1.125361
UYU 47.023603
UZS 14500.271038
VES 104.337792
VND 29235.178998
VUV 136.341926
WST 3.126761
XAF 655.904864
XAG 0.034382
XAU 0.000338
XCD 3.041344
XDR 0.815735
XOF 655.904864
XPF 119.331742
YER 275.094795
ZAR 20.478918
ZMK 10129.599402
ZMW 29.602647
ZWL 362.365637
La lluvia por encargo, un viejo sueño de la humanidad
La lluvia por encargo, un viejo sueño de la humanidad / Foto: Joel Saget - AFP

La lluvia por encargo, un viejo sueño de la humanidad

Manipular las nubes para provocar lluvia o reducir el granizo es un viejo sueño de la humanidad, que vuelve a la palestra ante el calentamiento global y las sequías.

Tamaño del texto:

Muchos Estados están mostrando un creciente interés en estas técnicas, lo que podría generar tensiones geopolíticas.

En Australia, la compañía eléctrica Snowy Hydro está finalizando actualmente su sembrado anual de las nubes en las alturas de Snowy Mountains, la cadena montañosa más alta del país.

El objetivo es aumentar las nevadas mediante generadores de partículas de yoduro de plata. Según la empresa, Snowy Hydro abastecerá así las reservas de agua para generar más energía hidroeléctrica.

Ya sea para la agricultura, el consumo humano o la electricidad, las enormes demandas de agua se ven agravadas por el cambio climático.

Según la ONU, 2.300 millones de personas ya viven en países donde la escasez de agua es un problema.

Muchos intentan modificar el clima ante esta amenaza, entre ellos India, Tailandia, Estados Unidos y China.

En 2020, Pekín publicó una circular detallando su estrategia: según el documento, China tendrá un sistema desarrollado de modificación del clima para 2025.

Los Emiratos Árabes Unidos también están intensificando sus esfuerzos. Su centro de meteorología lanzó hace algunos años un programa de investigación para mejorar la lluvia, dotado con subvenciones de 1,5 millones de dólares para cada proyecto de investigación seleccionado.

Desde los cantos a las ninfas de la lluvia en la Antigüedad, los intentos de hacer llover por encargo nunca han cesado.

Estados Unidos lo viene intentando desde finales de la década de 1940, incluso con fines militares.

Durante la guerra de Vietnam, Washington lanzó la "Operación Popeye" que consistía en sembrar nubes para intentar frenar las tropas de Ho Chi Minh. La eficacia de la maniobra sigue siendo objeto de debate.

Desde entonces, las técnicas han cambiado poco, aunque se están llevando a cabo investigaciones.

En general, consisten en dispersar en las nubes partículas como yoduro de plata o sal higroscópica, ya sea por avión o mediante generadores o cohetes desde el suelo.

Las minipartículas introducidas en la nube modifican su estructura y potencialmente provocan la precipitación.

Pero la siembra de nubes presenta obstáculos, especialmente porque es difícil evaluar la eficacia real de las técnicas.

En Francia, la Asociación Nacional de Estudio y Lucha contra los Flagelos Atmosféricos (Anelfa), creada a fines de la década de 1950, practica esta técnica para reducir el granizo que daña los cultivos agrícolas.

"La eficacia sigue siendo difícil de evaluar debido a la gran variabilidad de este fenómeno natural", reconoce Claude Berthet, directora de Anelfa.

"Pero nuestros registros muestran una correlación entre las áreas que recibieron yoduro de plata y aquellas que recibieron menos granizo".

Snowy Hydro, por su parte, asegura que hay un 14% más de nieve en las Snowy Mountains durante las campañas de siembra.

Pero esto es solo un aspecto del problema.

"En el contexto del cambio climático nos dirigimos hacia una escasez de recursos hídricos, lo que generará cada vez más conflictos sobre los mismos", advierte Marine de Guglielmo Weber, investigadora de tesis en el Instituto de Relaciones Internacionales y Estratégicas.

En este contexto, "las técnicas presentadas como capaces de hacer que una nube descargue lluvia cuando normalmente habría tardado varias horas en hacerlo se vuelven cada vez más propensas al conflicto". En 2018, un alto funcionario iraní acusó a Israel de robar las nubes iraníes.

Sin embargo no existe un derecho internacional de las nubes, lamenta el escritor y ex abogado francés Mathieu Simonet, quien acaba de publicar un relato sobre el tema.

"Las nubes son un bien común, por lo que se necesitan reglas comunes para compartirlo", argumenta.

"Sobre todo, estas reglas comunes no deben determinarse por la ubicación geográfica en la que nos encontramos: las nubes circulan por todas partes. De la misma manera, no debe determinarse por las capacidades y la riqueza técnica de un país u otro".

Mientras tanto, el autor recorre Francia para abogar por el reconocimiento de un Día Internacional de las Nubes.

C.Novotny--TPP