The Prague Post - China y la Trampa global

EUR -
AED 4.272346
AFN 77.220354
ALL 96.750211
AMD 445.212811
ANG 2.082349
AOA 1066.778096
ARS 1597.267307
AUD 1.777384
AWG 2.094003
AZN 1.986065
BAM 1.953743
BBD 2.343163
BDT 142.282025
BGN 1.95467
BHD 0.438581
BIF 3478.71201
BMD 1.163335
BND 1.507845
BOB 8.05669
BRL 6.252461
BSD 1.16339
BTN 102.591186
BWP 15.526985
BYN 3.96501
BYR 22801.368361
BZD 2.339887
CAD 1.629461
CDF 2570.970801
CHF 0.926765
CLF 0.027873
CLP 1093.511371
CNY 8.284749
CNH 8.273762
COP 4491.194833
CRC 583.098584
CUC 1.163335
CUP 30.828381
CVE 110.150442
CZK 24.321964
DJF 207.176316
DKK 7.469373
DOP 74.483177
DZD 151.256757
EGP 55.20165
ERN 17.450027
ETB 176.213951
FJD 2.6642
FKP 0.8709
GBP 0.873415
GEL 3.15849
GGP 0.8709
GHS 12.62298
GIP 0.8709
GMD 85.489193
GNF 10098.497467
GTQ 8.911732
GYD 243.398955
HKD 9.035793
HNL 30.613162
HRK 7.530973
HTG 152.372841
HUF 388.649262
IDR 19332.303032
ILS 3.786918
IMP 0.8709
INR 102.663219
IQD 1524.01501
IRR 48947.325073
ISK 142.938611
JEP 0.8709
JMD 186.446094
JOD 0.824806
JPY 178.060649
KES 150.244684
KGS 101.733548
KHR 4681.171776
KMF 493.254197
KPW 1047.001791
KRW 1667.600151
KWD 0.356737
KYD 0.9695
KZT 625.325031
LAK 25258.947581
LBP 104183.643585
LKR 353.765122
LRD 212.900412
LSL 20.025673
LTL 3.435026
LVL 0.70369
LYD 6.32642
MAD 10.729142
MDL 19.830547
MGA 5189.647328
MKD 61.592505
MMK 2442.475743
MNT 4178.372636
MOP 9.30752
MRU 46.54759
MUR 52.920058
MVR 17.80047
MWK 2017.31931
MXN 21.380145
MYR 4.897059
MZN 74.33249
NAD 20.025415
NGN 1697.689986
NIO 42.815472
NOK 11.624905
NPR 164.145698
NZD 2.021241
OMR 0.447307
PAB 1.1634
PEN 3.937805
PGK 4.900903
PHP 68.498305
PKR 329.478471
PLN 4.2339
PYG 8236.434031
QAR 4.252278
RON 5.081106
RSD 117.190937
RUB 92.194303
RWF 1689.842548
SAR 4.3626
SBD 9.567062
SCR 17.346481
SDG 699.744408
SEK 10.927265
SGD 1.50895
SHP 0.872803
SLE 26.942175
SLL 24394.555261
SOS 663.715435
SRD 46.414162
STD 24078.688229
STN 24.474756
SVC 10.179413
SYP 12862.678351
SZL 20.022349
THB 38.092225
TJS 10.761508
TMT 4.083306
TND 3.421242
TOP 2.724644
TRY 48.766037
TTD 7.896855
TWD 35.690542
TZS 2874.245137
UAH 48.974466
UGX 4044.793377
USD 1.163335
UYU 46.391752
UZS 14095.340712
VES 246.84036
VND 30601.530344
VUV 142.319141
WST 3.25863
XAF 655.281134
XAG 0.025199
XAU 0.000293
XCD 3.143971
XCG 2.096737
XDR 0.816042
XOF 655.275507
XPF 119.331742
YER 277.921589
ZAR 20.074302
ZMK 10471.409646
ZMW 25.565631
ZWL 374.593434

China y la Trampa global




En la última década, Pekín ha tejido una red de dependencias industriales tan densas que la geoeconomía mundial parece girar en torno a tres palancas chinas: escala, cuellos de botella y ecosistemas. El resultado es la “trampa” perfecta: Occidente abarató costes apoyándose en la manufactura y los insumos chinos; China, a su vez, expandió su capacidad y control sobre materias y tecnologías críticas. Hoy, ambos bloques lidian con las consecuencias: tarifas, controles a la exportación, inflación de seguridad y un calendario climático que no espera.

La palanca de la escala. El liderazgo chino en tecnologías verdes es apabullante. En energía solar, la concentración de fabricación de polisilicio, lingotes, obleas, células y módulos supera de largo el umbral de “dependencia estratégica” en todas las etapas. En baterías, fabricantes chinos dominan la capacidad mundial de celdas y, sobre todo, la cadena de componentes clave. Ese despliegue, estimulado por enormes inversiones y políticas industriales, permitió a China inundar de equipos baratos los mercados globales: bueno para abaratar la transición energética, malo para cualquier competidor que intentase producir lo mismo fuera de China.

La palanca de los cuellos de botella. La posición de China en minerales y materiales críticos —grafito para ánodos, tierras raras para imanes, metales para semiconductores— se ha convertido en poder geopolítico. Desde 2023, Pekín introdujo licencias a la exportación de germanio y galio, y extendió controles al grafito. En abril de 2025, añadió restricciones a varias tierras raras y a imanes permanentes, instaurando además trazabilidad obligatoria del sector de imanes. Estas medidas no equivalen a un embargo general, pero sí han ralentizado cadenas globales con retrasos, incertidumbre regulatoria y picos de riesgo para fabricantes de automoción, electrónica y defensa. Las economías avanzadas, conscientes de su exposición, han respondido con planes para diversificar suministro y hasta con la idea de precios de referencia y reservas coordinadas para amortiguar los sobresaltos.

La palanca del ecosistema. No es solo producción: China exporta estándares, financiación y mano de obra especializada. En Europa, los grandes proyectos de baterías y coches eléctricos dependen de tecnología, maquinaria y personal técnico chinos. Esa capilaridad refuerza la asimetría: el capital y la ingeniería fluyen desde China, mientras la dependencia tecnológica del receptor se consolida.

La reacción occidental. Washington ha elevado sustancialmente los aranceles a productos chinos estratégicos —vehículos eléctricos, células solares, semiconductores y equipamiento— y endurecido los controles de exportación de tecnologías de chip avanzado y la maquinaria necesaria para fabricarlos. Bruselas, por su parte, impuso derechos compensatorios definitivos a los vehículos eléctricos de batería procedentes de China; activó investigaciones sobre subvenciones extranjeras en sectores como eólico y equipos solares; y, en paralelo, aprobó dos piezas legales clave: el Reglamento de Materias Primas Críticas (CRMA), que fija objetivos para extraer, procesar y reciclar en la UE, y la Ley de Industria Cero Neto (NZIA), que introduce criterios de “resiliencia” en subastas y compras públicas para primar componentes con menor riesgo de dependencia.

La contraofensiva de Pekín. A la presión arancelaria y regulatoria, China ha respondido activando el arsenal de sus cuellos de botella: controles a exportaciones de minerales e imanes, vigilancia reforzada del sector de tierras raras y, mirando al futuro, licencias obligatorias para exportar vehículos eléctricos a partir de 2026, con el argumento de ordenar el mercado exterior y frenar prácticas que erosionan márgenes y reputación. El mensaje implícito es claro: si el acceso a sus productos se encarece por decisión política occidental, el acceso a insumos críticos también puede tensarse desde China.

La factura económica. La “trampa” es de doble filo. En Occidente, proteger industrias nacientes o reindustrializar implica costes: los aranceles elevan precios y retrasan escalados; las normas de “resiliencia” restringen proveedores y pueden encarecer licitaciones a corto plazo. Pero no actuar perpetúa la dependencia y el riesgo de cierres súbitos en fábricas por falta de insumos. Al mismo tiempo, China paga su propio peaje: el ajuste inmobiliario prolongado, la debilidad del consumo y la deflación intermitente presionan beneficios industriales; la guerra de precios en sectores como solar y automoción exprime márgenes; y la respuesta internacional a su “sobrecapacidad” limita salidas de exportación justo cuando su economía necesita tracción externa.

El tablero energético y climático. La abundancia de paneles, baterías y coches eléctricos made in China ha acelerado la descarbonización mundial. Sin embargo, la concentración de la cadena en un solo país crea un riesgo sistémico: cualquier restricción o represalia en materias críticas (grafito, tierras raras) repercute de inmediato en las fábricas de turbinas, motores y celdas fuera de China. Para la UE y Estados Unidos, la ecuación ya no es solo precio y CO₂, sino también seguridad de suministro: una transición limpia que pueda detenerse por un expediente de licencias en Pekín no es resiliente.

¿Se puede salir de la trampa? La respuesta no pasa por desengancharse de la noche a la mañana, sino por de‑riesgar: diversificar orígenes de materias, atraer fabricación en eslabones vulnerables (ánodos, separadores, cátodos; obleas y células), acumular reservas estratégicas en puntos críticos, y coordinar normas y compras públicas que valoren la resiliencia junto al coste. A ello se suman puentes prácticos con China para estabilizar flujos esenciales, aun en medio de los contenciosos. El G7 y la UE exploran herramientas financieras y de política comercial que amortigüen la volatilidad de minerales críticos; China tiene incentivos para demostrar previsibilidad si desea mantener su papel central sin desatar una sustitución acelerada.

Conclusión. China no “tendió” una trampa en el sentido clásico; explotó con habilidad tres ventajas —escala, cuellos de botella y ecosistemas— que Occidente aceptó como atajo a menor precio y mayor velocidad. Al radicalizarse la competencia estratégica, esas mismas ventajas se han vuelto palancas de coerción y vulnerabilidad. Hoy, todos están atrapados por sus propias decisiones: China, por la necesidad de sostener el crecimiento sin cerrar mercados; Occidente, por el reto de reindustrializar sin frenar la transición ni disparar costes. Salir exigirá políticas más inteligentes que el péndulo entre apertura total y proteccionismo defensivo: construir redundancia donde duela, mantener comercio donde convenga y, sobre todo, reconocer que la seguridad industrial es ya parte inseparable de la política económica.



Destacados


Dubai, ¡el país de las mil y una noches!

Los Costos De Una Semana En Dubai, el país de las mil y una noches¿Te has preguntado alguna vez cuánto cuestan unas vacaciones de 7 días en una de las ciudades más asombrosas del mundo? Dubai es una metrópolis de lujo y aventura, que acoge algunos de los mejores hoteles, restaurantes y atracciones que existen, y que pueden ser costeados con unos pocos cientos o hasta miles de dólares.Conozcamos cómo se vive una semana en uno de los destinos turísticos más importantes del planeta.

DUBÁI: ¡Las 10 mejores cosas que hacer y ver!

DUBÁI: Top 10 Cosas para Hacer y Visitar!Nuestro video "Dubái: Top 10 Cosas para Hacer y Ver" te llevará en un viaje a través de las atracciones más famosas e impresionantes de esta ciudad en los Emiratos Árabes Unidos. Ya sea que estés planeando unas vacaciones en Dubái o tratando de decidir si visitar esta maravillosa ciudad, este video es la guía perfecta para ti.Dubái es una ciudad sorprendente y vibrante, con una gran cantidad de atracciones y actividades para todos. Hemos reunido las mejores cosas para ver y hacer en Dubái, incluyendo el espectacular Puerto de Dubái y el imponente Burj Khalifa, la torre más alta del mundo. También podrás visitar el famoso Dubai Mall, con sus innumerables tiendas, restaurantes y atracciones.En este video, proporcionamos útiles consejos de viaje para ayudarte a aprovechar al máximo tus vacaciones en Dubái, ya sea que solo tengas unos días o desees descubrir todo lo que esta ciudad tiene para ofrecer.No te pierdas las mejores cosas para ver en Dubái y las actividades más hermosas para hacer en esta increíble ciudad. Si buscas información sobre qué visitar en Dubái, este video te ayudará a planificar tu itinerario y aprovechar al máximo tu tiempo en la ciudad de los Emiratos Árabes Unidos.Estamos seguros de que este vlog te inspirará a planificar tus próximas vacaciones en Dubái y te proporcionará toda la información necesaria para descubrir las maravillas de esta increíble ciudad.Y tú, ¿ya conocías todos estos lugares en Dubái? ¿Ya sabías de todas estas atracciones? ¡Háznoslo saber en los comentarios!

Rusia fracasa estrepitosamente con el chantaje

Rusia ya no es una superpotencia y está fracasando estrepitosamente con su chantaje de granos, porque Turquía tiene el pulgar y el paso del Bósforo y puede permitir o rechazar la entrada de barcos rusos en el Mar Negro, ¡lo que demuestra que ya nadie toma en serio al criminal de guerra Putin y a Rusia!