The Prague Post - En el Carlton de Cannes, un maitre de hotel a cargo "de lo imprevisible" desde hace 40 años

EUR -
AED 4.288104
AFN 79.062787
ALL 96.886444
AMD 449.774962
ANG 2.090518
AOA 1070.711371
ARS 1564.032743
AUD 1.785163
AWG 1.641972
AZN 1.988301
BAM 1.956519
BBD 2.36689
BDT 143.102603
BGN 1.957078
BHD 0.440215
BIF 3508.179703
BMD 1.167624
BND 1.514496
BOB 8.12002
BRL 6.264771
BSD 1.175142
BTN 104.168306
BWP 15.653754
BYN 3.980863
BYR 22885.434421
BZD 2.363489
CAD 1.627575
CDF 3277.520796
CHF 0.933551
CLF 0.028562
CLP 1120.487128
CNY 8.330769
CNH 8.339481
COP 4556.069648
CRC 592.91541
CUC 1.167624
CUP 30.942041
CVE 110.30791
CZK 24.339244
DJF 209.28292
DKK 7.463477
DOP 72.99652
DZD 151.458239
EGP 56.195305
ERN 17.514363
ETB 170.419414
FJD 2.645367
FKP 0.868365
GBP 0.874521
GEL 3.151917
GGP 0.868365
GHS 14.513459
GIP 0.868365
GMD 85.236572
GNF 10197.010297
GTQ 9.005657
GYD 245.81141
HKD 9.086679
HNL 30.853077
HRK 7.533625
HTG 153.770475
HUF 392.033347
IDR 19573.409982
ILS 3.913905
IMP 0.868365
INR 103.640541
IQD 1539.485674
IRR 49098.597372
ISK 142.403444
JEP 0.868365
JMD 187.797424
JOD 0.827811
JPY 174.827793
KES 151.826394
KGS 102.108255
KHR 4708.872077
KMF 493.905082
KPW 1050.898076
KRW 1647.482854
KWD 0.357071
KYD 0.979273
KZT 637.332464
LAK 25447.681189
LBP 104547.459673
LKR 355.51525
LRD 212.116146
LSL 20.335262
LTL 3.447691
LVL 0.706284
LYD 6.356126
MAD 10.615948
MDL 19.613294
MGA 5201.845312
MKD 61.617914
MMK 2451.319961
MNT 4198.255992
MOP 9.413381
MRU 46.876432
MUR 53.079869
MVR 17.874427
MWK 2037.62283
MXN 21.571682
MYR 4.928563
MZN 74.61382
NAD 20.335436
NGN 1752.346475
NIO 43.247008
NOK 11.712888
NPR 166.66255
NZD 2.024293
OMR 0.448953
PAB 1.175137
PEN 4.113412
PGK 4.99207
PHP 67.898491
PKR 333.211538
PLN 4.272024
PYG 8334.134908
QAR 4.283166
RON 5.078464
RSD 117.210836
RUB 98.021673
RWF 1703.911745
SAR 4.37921
SBD 9.602335
SCR 17.434857
SDG 702.32705
SEK 11.041049
SGD 1.509697
SHP 0.917569
SLE 27.293182
SLL 24484.500048
SOS 671.541099
SRD 44.283897
STD 24167.463622
STN 24.510164
SVC 10.282912
SYP 15181.1561
SZL 20.341652
THB 37.59031
TJS 11.093705
TMT 4.086685
TND 3.424832
TOP 2.734692
TRY 48.537786
TTD 7.977001
TWD 35.684351
TZS 2866.517083
UAH 48.790808
UGX 4115.548075
USD 1.167624
UYU 46.899047
UZS 14359.401329
VES 198.220089
VND 30821.776143
VUV 140.074544
WST 3.125877
XAF 656.192589
XAG 0.026142
XAU 0.000312
XCD 3.155563
XCG 2.117906
XDR 0.816086
XOF 656.27974
XPF 119.331742
YER 279.409115
ZAR 20.36243
ZMK 10510.018496
ZMW 27.880487
ZWL 375.974518
En el Carlton de Cannes, un maitre de hotel a cargo "de lo imprevisible" desde hace 40 años
En el Carlton de Cannes, un maitre de hotel a cargo "de lo imprevisible" desde hace 40 años / Foto: Miguel MEDINA - AFP/Archivos

En el Carlton de Cannes, un maitre de hotel a cargo "de lo imprevisible" desde hace 40 años

Desde hace casi 40 años, Jean-François Pomares "gestiona lo imprevisible" como maitre de hotel del lujoso Carlton de Cannes, cargo que abandonará en unos meses tras toda una carrera dedicada a satisfacer tanto a celebridades como a clientes comunes, con una regla de oro: nunca decir que no.

Tamaño del texto:

En su oficio, el "no" es "imposible" porque "cierra la conversación", explica a AFP Pomares, que comenzó a trabajar en el hotel de lujo en 1987, cuando tenía solo 15 años.

Ha visto pasar a las más grandes estrellas internacionales, desde Sylvester Stallone y Arnold Schwarzenegger hasta Tony Curtis, Dennis Hopper, Michael Jackson y, más recientemente, Robert de Niro.

"Estamos aquí para llegar al máximo de nuestras posibilidades" añade el hombre de 61 años, sonriente, vestido con chaqueta blanca y pajarita negra, que se asegura cada noche de que el servicio del restaurante "Riviera" se desarrolle en las mejores condiciones.

"La noche es mi elemento, es donde me realizo", afirma el maitre, quien termina su jornada entre las 3 y las 4 de la madrugada. Un momento también propicio para los encuentros que han marcado su carrera, como aquella noche de invierno en que Alain Delon se le acercó.

"Me pidió que le abriera el gran salón", donde "se han celebrado cenas del festival de cine", relata Pomares. Luego, "durante quince minutos, empezó a explicarme que en tal mesa estaba tal persona, etc."

"Creo que esa noche necesitaba reencontrarse con su pasado", recuerda.

Pomares confiesa que nunca ha ido a ver una película durante el festival, el evento que da inicio a la temporada de verano del hotel.

En otra ocasión, tuvo la suerte de conversar con la actriz estadounidense Sharon Stone, que fue a cenar.

"Era la mesa 24, todavía me acuerdo". En ese entonces, "ella no era nada conocida", rememora. "Volvió quizás dos o tres años después. Ahí ya era una verdadera estrella mundial (...) y tuve el placer de que me reconociera".

- Los "excéntricos" del festival -

Cuando empieza su turno, Jean-François Pomares primero hace el enlace con el equipo de la mañana: "La transmisión de información representa el 70% de nuestro trabajo. Si sabemos qué va a pedir la persona, dónde quiere sentarse, a qué hora va a llegar, si se retrasa o no, eso nos permite anticipar muchas cosas", subraya.

Aunque "mi rol es siempre preparar lo imprevisible", continúa el maitre. "¡Pero a mí me encanta, es la adrenalina lo que me hace vibrar!".

Como cuando un cliente le pidió de improviso organizar su propuesta de matrimonio en el muelle de la playa.

"Hubo que encontrar un ramo de flores y montar un pequeño emplazamiento al final del muelle. No soy muy decorador, ni muy manitas, pero había que pensar rápido (...) porque luego iba a oscurecer", recuerda. Luego fue invitado a la boda, también en el Carlton, rememora.

"También recibimos muchos excéntricos que vienen porque es el festival, tal vez buscando conseguir un papel", comenta, precisando que en su oficio, la sonrisa es "un idioma internacional que abre puertas".

"Nuestra fortaleza es adaptarnos a todo el mundo, estar en sintonía con todas las personas que podemos cruzarnos, sean celebridades o no", concluye el maitre, quien dice haber tratado muy pocas veces con personas desagradables.

Un día recibió a una pareja de septuagenarios que no le parecían "nada cómodos, fuera de ambiente."

"Hasta que la señora me dice: '¿Sabe, señor? Mi marido y yo trabajábamos en el hospital de La Timone en Marsella. Mi marido era personal de mantenimiento. Yo trabajaba en el comedor. Esto nos lo regalaron nuestros hijos'", relata.

"Me volqué como nunca para que se llevaran un recuerdo excepcional" de su velada, tanto así que "una semana después, su hija me llamó para darme las gracias".

G.Kucera--TPP