The Prague Post - La larga travesía de los españoles para volver a casa en pleno apagón

EUR -
AED 4.185008
AFN 80.924665
ALL 99.067754
AMD 443.726866
ANG 2.05347
AOA 1043.660341
ARS 1327.362706
AUD 1.782921
AWG 2.053709
AZN 1.921763
BAM 1.957866
BBD 2.282088
BDT 138.394792
BGN 1.956168
BHD 0.42947
BIF 3387.659114
BMD 1.139367
BND 1.492568
BOB 7.870234
BRL 6.403128
BSD 1.138992
BTN 97.017928
BWP 15.550337
BYN 3.727516
BYR 22331.593829
BZD 2.287994
CAD 1.57534
CDF 3279.09801
CHF 0.938012
CLF 0.028078
CLP 1077.48777
CNY 8.282632
CNH 8.278943
COP 4781.923434
CRC 575.802418
CUC 1.139367
CUP 30.193226
CVE 110.68926
CZK 24.940752
DJF 202.488525
DKK 7.465406
DOP 67.05201
DZD 150.725714
EGP 57.878253
ERN 17.090505
ETB 150.22568
FJD 2.609723
FKP 0.850715
GBP 0.849398
GEL 3.127596
GGP 0.850715
GHS 17.432267
GIP 0.850715
GMD 81.46634
GNF 9862.361228
GTQ 8.772255
GYD 239.010058
HKD 8.839939
HNL 29.424182
HRK 7.537482
HTG 149.035925
HUF 404.378425
IDR 19047.425327
ILS 4.129237
IMP 0.850715
INR 97.041315
IQD 1492.570812
IRR 47967.35149
ISK 146.101261
JEP 0.850715
JMD 180.430354
JOD 0.808042
JPY 162.014006
KES 147.547106
KGS 99.637293
KHR 4560.885854
KMF 492.491768
KPW 1025.546276
KRW 1630.639109
KWD 0.348897
KYD 0.949193
KZT 582.642131
LAK 24633.115186
LBP 102030.317318
LKR 341.196968
LRD 227.332235
LSL 21.146766
LTL 3.364254
LVL 0.689192
LYD 6.215238
MAD 10.553102
MDL 19.602595
MGA 5138.545081
MKD 61.545103
MMK 2392.42599
MNT 4070.253181
MOP 9.101402
MRU 45.261344
MUR 51.49676
MVR 17.503854
MWK 1977.940873
MXN 22.276915
MYR 4.926652
MZN 72.931156
NAD 21.146828
NGN 1826.621984
NIO 41.813816
NOK 11.817224
NPR 155.229085
NZD 1.918751
OMR 0.438649
PAB 1.138992
PEN 4.177485
PGK 4.592219
PHP 63.884067
PKR 320.218945
PLN 4.269928
PYG 9121.623312
QAR 4.149001
RON 4.978122
RSD 117.322746
RUB 93.427767
RWF 1614.483084
SAR 4.273671
SBD 9.526587
SCR 16.22052
SDG 684.191926
SEK 10.983185
SGD 1.489945
SHP 0.895364
SLE 25.920885
SLL 23891.938478
SOS 651.147047
SRD 41.98545
STD 23582.597191
SVC 9.966427
SYP 14814.005825
SZL 21.146891
THB 38.111872
TJS 12.027984
TMT 3.999178
TND 3.3885
TOP 2.668507
TRY 43.844097
TTD 7.728085
TWD 36.843369
TZS 3064.897432
UAH 47.320423
UGX 4174.367319
USD 1.139367
UYU 47.960177
UZS 14749.10606
VES 98.610064
VND 29629.23967
VUV 138.213183
WST 3.156151
XAF 656.646881
XAG 0.034558
XAU 0.000343
XCD 3.079197
XDR 0.815401
XOF 655.135948
XPF 119.331742
YER 279.201983
ZAR 21.112573
ZMK 10255.67244
ZMW 31.864337
ZWL 366.875719
La larga travesía de los españoles para volver a casa en pleno apagón
La larga travesía de los españoles para volver a casa en pleno apagón / Foto: Paul Hanna - AFP

La larga travesía de los españoles para volver a casa en pleno apagón

Una multitud desciende por la avenida principal de Madrid en busca de un autobús, un taxi o para adelantar parte del largo camino para volver a casa en una jornada caótica en España, con el país paralizado por un masivo apagón.

Tamaño del texto:

Bajo un sol todavía firme, miles de personas realizan el trayecto entre el ruido de los motores y los silbidos del tráfico desorganizado de este lunes inusual.

Sin electricidad desde pasado el mediodía, los trenes del país están paralizados, las paradas de metro han sido cerradas y los viajeros, sin señal ni internet en los celulares, caminan desorientados.

En la céntrica plaza de Cibeles, autos, taxis y buses siguen atrancados en un gran atasco que los peatones tratan de sortear serpenteando.

El las paradas de bus, los viajeros forman largas filas improvisadas que alcanzan varios centenares de metros, mientras los policías tratan de mantener el orden.

Rosario Pena, una empleada de una firma de comida rápida, comienza a desesperarse tras pasar "una hora y media" para llegar hasta aquí.

"Y ahora lo que me falta" hasta volver a casa, lamenta.

La mayoría de autobuses, repletos de viajeros, llevan carteles indicando que no admiten más pasajeros.

"Unas dos horas seguro me quedan para volver a casa", calcula Estefanía Gallardo, una camarera de 33 años que trabaja en un famoso restaurante de la ciudad y que trata de regresar después de haber visto anulada la jornada.

Mientras que algunos caminan a buen ritmo, decididos a llegar antes de la noche, otros prefieren hacer un alto en el camino. Sin refrigeradores, los restaurantes saben que la comida del día se perderá, así que no faltan quienes improvisan promociones.

Un cartel en la calle propone un descanso: ostras y una copa de vino, 5 euros, con pago efectivo.

Segio Arjona instaló un puesto a la entrada de su pastelería Luna y Wandaa para proponer sus tartas de queso al 50%.

Hay también quien va más lejos, como la heladería Dolce Fina, que ofrece productos de forma gratuita y ya ha atraído una larga fila ante la tienda.

"Estáis haciendo feliz a mucha gente. ¡Al mal tiempo buena cara!", lanza una clienta.

- Larga espera en Barcelona -

Este lunes caótico deja escenas similares en una agitada Barcelona, donde grandes filas rodean las paradas de bus y todo el mundo camina confuso, mirando incrédulo a un celular que no recupera la señal.

Con las paradas de metro y ferrocarril cerradas hasta nuevo aviso, Lucía Romo lleva tres horas esperando a tener noticias de cuándo podrá regresar a su casa, ante las escaleras clausuradas que llevan a la estación subterránea.

"Han cerrado y no han dicho nada, como diciendo 'ahí se quedan'", explica resignada esta empleada de limpieza de 48 años, junto a varias personas más que aguardan sin opciones para regresar.

"Estamos viendo (...) para irnos en taxi, pero los taxis también están colapsados", asegura lamentando que todavía no ha logrado comunicarse con su familia.

"No hay cobertura", recuerda.

Unos metros más arriba, en una de las concurridas paradas de autobús, Jordi Poch también busca alternativas. Este informático de 45 años, residente en una localidad al sur de Barcelona, suele usar el tren cuando viaja a la ciudad, pero hoy nada funciona como debería.

"Como no suelo coger autobuses, no sé muy bien dónde están las paradas y como no hay internet, no puedo informarme", expone resignado.

Con los taburetes sobre las mesas, la mayoría de restaurantes, sin luz, no aceptan clientes en el interior, pero las terrazas, sin embargo, no se vacían.

Una decena de trabajadores vestidos con traje conversan animadamente con sus bebidas en un barrio elegante de Madrid.

Entre ellos está Camilo Andrés García, un informático de 38 años. Reconoce que tendrá que caminar una hora, "en realidad más bien dos" para llegar a casa, después de disfrutar con sus compañeros en este local donde los dueños le han dado crédito a él y a sus colegas, clientes habituales del local.

H.Dolezal--TPP