Venezuela denuncia una "provocación" por los ejercicios militares de EEUU en Trinidad y Tobago
Un buque de guerra estadounidense llegó el domingo a Trinidad y Tobago, un pequeño archipiélago situado frente a Venezuela, para ejercicios conjuntos que Caracas denunció como una "provocación militar" para generar una guerra.
La llegada del USS Gravely intensifica la presión del presidente estadounidense, Donald Trump, que aprobó operaciones encubiertas de la CIA en Venezuela y estudia ataques terrestres.
Washington desplegó desde agosto buques de guerra en el Caribe y lleva desde principios de septiembre una campaña de ataques aéreos contra embarcaciones de presuntos narcotraficantes. También anunció su intención de enviar al Caribe el portaaviones Gerald R. Ford, el más grande del mundo.
Trump acusa al presidente Nicolás Maduro de encabezar presuntas redes de tráfico de drogas. El mandatario señala que Washington utiliza el narcotráfico como pretexto para imponer un cambio de régimen en Venezuela.
Caracas considera que la visita del USS Gravely "constituye una provocación hostil contra Venezuela y una grave amenaza a la paz del Caribe". Anunció además la captura de "un grupo mercenario" vinculado con la agencia de inteligencia estadounidense, CIA.
Según Caracas, que denuncia complot con frecuencia, "está en curso un ataque de falsa bandera desde aguas limítrofes con Trinidad y Tobago, o desde el propio territorio trinitense o venezolano, que genere un enfrentamiento militar completo" contra Venezuela.
La visita del USS Gravely "tiene como objetivo reforzar la lucha contra el crimen transnacional y construir resiliencia a través de capacitación, actividades humanitarias y cooperación en seguridad", afirmó el gobierno trinitense en un comunicado al final del día.
"El Gobierno de Trinidad y Tobago ha dejado en claro en repetidas ocasiones que valora la relación de este país con el pueblo de Venezuela dada nuestra historia compartida", añadió el texto.
En una conferencia de prensa en Malasia, el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, dijo que ofreció a Trump "ayudar en la relación con Venezuela" para mantener a "América del Sur como zona de paz".
"Yo le planteé (a Trump) el tema de Venezuela, dije que por lo que leo en la prensa la situación se está agravando y que es extremadamente importante tener en cuenta (...) que Brasil puede ayudar en la relación con Venezuela", declaró Lula el lunes.
- "No queremos guerra" -
En Puerto España, algunos apoyan la presencia estadounidense.
"Hay una buena razón por la que traen su buque de guerra aquí. Es para ayudar a limpiar los problemas de drogas que hay en el territorio" venezolano, dice Lisa, una habitante de 52 años.
Sin embargo, muchos entrevistados expresaron preocupación ante la llegada del buque y la posibilidad de una intervención en Venezuela.
"Si ocurriera algo entre Venezuela y Estados Unidos, (...) podríamos terminar recibiendo golpes", teme Daniel Holder, de 64 años. "La gente no ve lo serio que es esto actualmente", pero "podrían suceder cosas aquí".
Sentado en una plaza del centro de Puerto España, este adepto del rastafarismo, un movimiento espiritual surgido entre los descendientes de esclavos de Jamaica, se opone a la estrategia de su gobierno.
Caracas acusa a la primera ministra trinitense, Kamla Persad-Bissessar, de haber renunciado a la "soberanía de Trinidad y Tobago" y convertir "su territorio en un portaaviones de Estados Unidos para la guerra en todo el Caribe contra Venezuela, contra Colombia y contra toda Suramérica".
Randy Agard, un estadounidense de 28 años que viajó a Trinidad y Tobago a visitar a su familia, dice tener "sentimientos encontrados".
"Siento que Estados Unidos está tratando de meterse en todo para tratar de controlar a todos y establecer una narrativa de que se preocupan por los demás", afirma. "Dicen que quieren paz y están enviando buques de guerra, no tiene sentido para mí".
- "Solo necesitamos paz" -
La movilización militar estadounidense ha dejado hasta ahora 43 muertos en diez bombardeos a presuntas lanchas con drogas en el Caribe y el Pacífico, según un recuento de la AFP basado en cifras oficiales.
Dos trinitenses habrían sido asesinados a mediados de octubre en esos bombardeos. Las autoridades locales no han confirmado ni desmentido estas muertes.
Expertos cuestionan la legalidad de los ataques.
Rhonda Williams, una recepcionista de 38 años, solo desea una cosa: paz. "No necesitamos todos estos asesinatos y bombardeos, solo necesitamos paz... y a Dios", asegura a la AFP.
Para Ali Ascanio, un venezolano de 38 años instalado en Trinidad y Tobago desde hace ocho años como muchos de sus compatriotas, la llegada del destructor estadounidense "es un poco preocupante".
Es "alarmante porque sabemos que es una señal de guerra", dice este vendedor de frutas y verduras, que espera que la presión estadounidense empuje a Maduro a "irse pronto".
V.Sedlak--TPP